VISITA DE OBAMA: “LA INFLUENCIA DE EE. UU. EN AMÉRICA LATINA DECAE”

La visita de Barack Obama a América Central y del Sur, del 19 al 23 de marzo, revive la esperanza, pero también genera críticas. La promesa incumplida de cambios en la política hacia la región decepciona a los gobiernos.

La política exterior de los países latinoamericanos siempre estuvo marcada por sus relaciones con EE. UU. Pero en las últimas décadas, en la región también se reflejan los cambios de la economía global, que ha dado paso a un orden multipolar de poder. Se esperaba que el presidente estadounidense, Barack Obama, iniciara una nueva etapa en las relaciones diplomáticas y económicas con el subcontinente, señala Hartmut Sangmeister, economista y experto en América Latina de la Universidad de Heidelberg.

“Las diferencias que se esperaban de Obama con respecto a Bush eran, en primer lugar, que suavizara las sanciones contra Cuba, que reconociera el peso político creciente, en especial, de Brasil, pero también de otros grandes países latinoamericanos, y que dejara en claro que América Latina ya no es, como lo fue durante décadas, el patio trasero de los EE. UU.”, explica el experto.

 

Brasil, un socio complejo

 

Brasil se ha convertido en un socio estratégico relevante y en el principal interlocutor para Washington en Latinoamérica. Sin embargo, no es un interlocutor fácil, subraya el experto: “Dentro de la región, Brasil ya es un competidor político, en especial en lo referido a temas controvertidos como, por ejemplo, las relaciones con Irán, pero también en cuanto a Israel y a Palestina.

 

“Brasil, además, tiene un rol importante como pacificador al haber asumido la dirección de la misión de paz en Haití”, señala Sangmeister. De acuerdo con el experto, el hecho de que Lula calificara a Irán de “socio muy importante” fue molesto para Washington.

 

Claudia Zilla, investigadora del Instituto de Ciencia y Política de Berlín (SWP), opina que “las relaciones más estrechas que mantiene EE. UU. en la región son con Colombia. Por su parte, la política exterior de Lula en la región estuvo entre otras cosas orientada a mantener a bajo nivel la presencia fáctica e institucional de EE.UU. en Sudamérica.»

 

“Venezuela ha perdido significancia”

 

Otro factor de cambio en los últimos diez años es que en América Latina se han establecido gobiernos declaradamente antiestadounidenses, como el de Hugo Chávez en Venezuela, o el de Evo Morales, en Bolivia, junto con los de Nicaragua y, en menor medida, pero siguiendo la retórica populista, los de Ecuador y Argentina.

 

Sin embargo, según Sangmeister, la influencia de Hugo Chávez disminuye debido a la crisis económica en la que está inmerso el país: “Venezuela sigue sumida en una terrible crisis económica, y Chávez ha perdido significado e influencia. Continúa atacando a los EE. UU. con sus conjuros retóricos, pero EE. UU. sigue siendo el socio comercial más importante de Venezuela, y esa es, quizás, la ironía de la ‘revolución bolivariana’”, comenta Sangmeister.

 

¿Por qué Obama no viaja ni a Colombia ni a  Argentina?

 

Barack Obama no viajará Colombia, y esto tiene que ver con el cambio de gobierno en ese país, dice Sangmeister: “Pienso que quiere dejar en claro que los EE. UU. están reflexionando acerca de la política que ejercieron con el ex presidente Uribe, al que apoyaron militarmente de forma masiva, ya que Juan Manuel Santos, el actual mandatario colombiano, aspira a otro manejo de la situación”, subraya el experto, refiriéndose a la estrategia militar contra las FARC y el narcotráfico.

 

El otro gran ausente en la visita de Barack Obama es Argentina. Las relaciones con el Gobierno de Argentina son más bien disfuncionales y estuvieron marcadas, ya durante la presidencia de Néstor Kirchner, por roces diplomáticos que siguen teniendo lugar, explica Claudia Zilla, y son instrumentalizados con fines electorales: «Argentina se encuentra en fase preelectoral y el Gobierno de Cristina Kirchner suele tener un discurso populista en este tipo de momentos, con tono acusador hacia EE. UU.», explica la politóloga.

 

En Chile, Sebastián Piñera, de derecha, continúa con la política de Michelle Bachelet en cuanto a su óptima relación con Washington. Centroamérica sigue siendo el punto más vulnerable del continente por la extrema pobreza, las débiles estructuras democráticas y la penetración del narcotráfico, y a Obama seguramente le preocupa la creciente inmigración ilegal de salvadoreños a los EE. UU.

 

Las buenas intenciones del actual presidente estadounidense para con la región se han perdido en el camino, y los gobiernos están decepcionados, dice Hartmut Sangmeister. Según el economista, América Latina, sobre todo Sudamérica, se emancipa cada vez más del país del norte., diversifica sus relaciones económicas y se orienta políticamente hacia otras potencias mundiales, a pesar de que EE. UU. aún cuenta allí con grandes intereses económicos.

 

Autora: Cristina Papaleo

Editora: Luna Bolívar Manaut

 

 

15 comentarios en “VISITA DE OBAMA: “LA INFLUENCIA DE EE. UU. EN AMÉRICA LATINA DECAE””

  1. Washington y Caracas: diferencias en medio del pragmatismo

    Experto alemán evalúa las sanciones impuestas por Estados Unidos a la empresa estatal Petróleos de Venezuela, así como la posibilidad de una ruptura de relaciones comerciales entre ambos países.

    Venezuela no ha tardado en responder a las sanciones que Washington impuso este 24 de mayo a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), acusada de hacer negocios con Irán en el ámbito energético pese a las sospechas de que el programa atómico de la república islámica contempla la fabricación de armamento nuclear.

    Según el subsecretario de Estado, James Steinberg, las medidas que ahora impiden a la petrolera venezolana cerrar contratos con el Gobierno estadounidense y acceder a sus fuentes de financiamiento para exportaciones e importaciones fueron tomadas para reducir el abastecimiento de gasolina de Irán.

    Y es que a PDVSA se le atribuye el envío a Irán de por lo menos dos cargamentos de un producto que, mezclado con el petróleo, mejora considerablemente la calidad de la gasolina; con todo y que el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, aseguró en 2010 que la empresa detuvo el suministro de combustibles cuando Irán superó su escasez de crudo.

    Sanciones “inocuas”

    El presidente venezolano, Hugo Chávez, describió las sanciones como una agresión imperialista. Ramírez lo secundó, acotando que las mismas buscan dividir a los miembros de la OPEP, por lo que sopesa la posibilidad de denunciar la arbitrariedad de las medidas ante la ONU. Y la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional ha pedido que se tomen represalias proporcionales.

    Los opositores venezolanos temen que se deje de exportar petróleo hacia el norte como respuesta a una reprimenda más bien “inocua”, a sus ojos. Las agencias de noticias citan a expertos según los cuales, de las tres sanciones, dos no aplican porque Venezuela no tiene deudas con el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos.

    ¿Se impondrá el pragmatismo?

    El país suramericano tampoco participa en licitaciones oficiales estadounidenses; sólo un volumen reducido de sus exportaciones se vería afectado por las medidas. No obstante, el estamento chavista anunció que evaluará el grado en que las sanciones menoscaban la operatividad de la industria petrolera y, en consecuencia, “el suministro de 1,2 millones de barriles de petróleo diarios a Estados Unidos”.

    ¿Están en peligro las relaciones comerciales entre ambos países? Nikolaus Werz, profesor de Política Comparada en la Universidad de Rostock y conocedor del acontecer político venezolano, no cree que este impasse anule el sentido pragmático de las partes en discordia: “Hasta ahora, pese a todo, Chávez ha abastecido de petróleo a Estados Unidos puntualmente y Washington ha pagado sin retrasos”, comentó en entrevista para Deutsche Welle.

    El peso de los intereses nacionales

    Para el investigador alemán, los acuerdos suscritos por Caracas y Teherán constituyen gestos simbólicos alineados con la aspiración de Chávez de contribuir a crear un orden mundial multipolar, pero menos importantes para el mandatario venezolano que los cientos de miles de barriles de petróleo diarios que Estados Unidos le compra.

    Por otro lado, a juicio del especialista de Rostock, todo apunta a que Estados Unidos se ha tomado en serio la doctrina Maisto al castigar al Gobierno venezolano por acciones concretas y no por el discurso incendiario de su presidente; un paradigma que le ha permitido a la Casa Blanca evitar enfrentamientos con el hombre fuerte de Caracas para proteger sus intereses.

    “El ex embajador de Estados Unidos en Venezuela John Maisto (1997-2000) dijo: ‘no juzguemos a Chávez por lo que dice, sino por lo que hace’. De ahí que sea ahora, debido a la cooperación energética con Irán, cuando Venezuela es objeto de sanciones –que deben analizarse en el contexto de los conflictos en el Magreb, en Israel y en el resto del Cercano Oriente– y no hace unos meses, cuando Chávez se expuso al pronunciarse sobre las revueltas en el mundo árabe y la crisis libia”.

    Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
    Editor: Enrique López Magallón

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  2. Guantánamo y los derechos humanos

    Un pastor afgano es detenido por estar cerca de una explosión; el pastor niega relación con ese hecho y sus interrogadores comprueban que sí sabe de pastoreo, pero ignora todo sobre armas o política. Y le creen. Pero lo mantienen encerrado cinco años. En Guantánamo.
    Un anciano afgano con artritis y demencia senil es detenido porque encuentran en su casa un teléfono móvil, que no sabe utilizar. El afgano Kudai Dat, esquizofrénico, es hospitalizado con síntomas agudos de psicosis tras ser interrogado, y pasa cuatro años encarcelado. Un padre, que busca a su hijo en el frente de guerra afgano, es detenido. También arrestan a un mercader que viaja habiendo olvidado la documentación. Un hombre que hace autostop para ir a comprar medicinas es detenido y encarcelado…
    Decenas de enfermos mentales, ancianos, adolescentes, enfermos psiquiátricos graves, maestros de escuela y granjeros sufrieron años de cárcel. Ninguno tenía vínculos con terrorismo alguno. Estos y otros muchos, hasta casi ochocientos, estuvieron encerrados durante años en la prisión de Guantánamo.
    Wikileaks ha desvelado la absoluta arbitrariedad de los encarcelamientos sin base en Guantánamo, así como los terribles abusos cometidos por el gobierno de Estados Unidos en esa cárcel. Los informes revelan que las autoridades estadounidenses no necesitan pruebas para encarcelar. La nueva filtración, publicada por The Guardian, The Washington Post, The New York Times y El País, son fichas e informes de mandos militares sobre 759 de los 779 presos que han llegado a estar encerrados en Guantánamo.
    Esos documentos prueban que el gobierno de Estados Unidos encarceló en terribles condiciones a centenares de presos que nunca supusieron peligro alguno. Encerrados sin pruebas ni indicios de haber cometido delito alguno. Sin formular cargos y sin defensa durante mucho tiempo. Hoy, 170 aún siguen en Guantánamo. De lo que contra todo derecho es y era Guantánamo, lo prueban las docenas de intentos de suicidio entre los encarcelados.
    Un editorial de El País, bajo el título “Infamia consentida”, indica que “los papeles de Guantánamo alumbran una apabullante radiografía de los abusos y violaciones de los derechos más elementales cometidos en la prisión creada por George W. Bush en 2002, tras los atentados del 11S (…). Los informes muestran un sistema carcelario propio de regímenes totalitarios, basado en sospechas, conjeturas y delación”.
    Pero vayamos más allá al analizar esa vergüenza universal. Guantánamo es sencillamente incompatible con el menor respeto por los derechos humanos. La Declaración Universal de Derechos Humanos empieza afirmando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Y continúa declarando que, por esa dignidad, todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le aseguren todas las garantías necesarias para su defensa…
    En Guantánamo se han violado una y otra vez todos esos derechos de cientos de personas. Como denuncia el abogado Clive Stafford, que defiende a presos de esa prisión, “la verdad de Guantánamo es cien veces peor de lo sabido”.
    A este escándalo hay que añadir el de los vuelos clandestinos de la CIA (con complicidad de gobiernos europeos) para trasladar secretamente a presos sospechosos de terrorismo a países donde ser torturados sin escrúpulos legales, deja con las vergüenzas al aire a Estados Unidos y a Europa, presuntos campeones de los derechos humanos. Dicen sus dirigentes. Pero en derechos humanos (como en el amor), obras son amores y no buenas razones.
    Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos? Hablamos de vida, de dignidad, de libertad y de justicia. De libertad o barbarie, de vida o muerte. Por eso no son una opción que pueda elegirse o no. El respeto de los derechos humanos no se puede fraccionar o cumplir por porciones ni con excepciones por pretendida seguridad o cualquier otra falacia similar. Los derechos humanos se respetan sí o sí. Sin excepción. Y obligan a todos. Ningún país tiene “patente de corso” para saltárselos. Nunca. Porque en verdad, los derechos humanos no son la meta. Son el camino de la democracia y de la paz. Y de la dignidad.

    Xavier Caño Tamayo
    Periodista y escritor

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  3. El gran premiado

    por Danilo Arbilla.

    En épocas de Richard Nixon, el legendario y genial periodista Art Buchwald se quejaba de la “competencia desleal” que le hacía la Casa Blanca; tanto, decía, que en algunas de sus columnas humorísticas se limitaba a contar, tal cual, lo que en ese recinto pasaba.

    Pues bien, el sainete hoy es universal. En Argentina, por ejemplo, acaban de darle un premio como defensor de la libertad de prensa a Hugo Chávez. Así como lo leen. El hecho no debería de sorprender, se dirá, porque como es sabido Lula siempre dijo que en Venezuela había libertad de prensa y lo mismo Zapatero y su ex canciller Moratinos hoy candidato a director de la FAO.

    Lo que pasa es que en Argentina hace poco la gente del Gobierno e intelectuales afines –la presidenta Cristina Kirchner hizo como que se lavó las manos– armaron un escándalo porque los organizadores de la Feria Internacional del Libro invitaron para que la inaugurara al Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Ante tanta intolerancia, macartismo de izquierda, discusiones absurdas e insensateces, alguien dijo: “ahora lo que faltaría es que le den un premio a la libertad de prensa a Chávez”. Y ocurrió.

    Concretamente, la Universidad de La Plata, donde estudiaron los Kirchner y seguramente en donde aprendieron qué son los derechos humanos y cuántos son, y especialmente para quiénes son y como se pueden explotar políticamente sin necesidad de respetarlos, le entregó un premio por su “aporte a la comunicación popular, a la democracia y a la libertad de los pueblos”. Quizás se quedaron cortos, deberían haber añadido también un reconocimiento por sus aportes a la independencia de la justicia, el equilibrio de poderes y la alternancia en el poder.

    Poco antes de que viajara a Argentina a recibir ese nuevo galardón, el comandante y presidente Hugo Chávez sorprendió a su audiencia y al mundo con una noticia única, la de que en el planeta Marte hubo no solo vida, sino una civilización. Lo dijo por cadena de radio y televisión. “Yo siempre he dicho, he oído que en Marte ha existido una forma de vida”. ¿Quién se lo habrá dicho? ¿Dónde lo habrá oído? No se sabe. Pero no se quedó ahí. Según sus datos, habría habido civilización pero “a lo mejor llegó allá el capitalismo, llegó allá el imperialismo y acabó con ese planeta”. Eso fue lo que dijo urbi et orbe.

    Algunos pensarán que no hay que tomarlo en serio Pero hasta ahí. En cualquier momento a raíz de esta revelación lo proponen como candidato a un Premio Nobel acumulado de economía, ciencias, astronomía, antropología, ambiente. Y no me extrañaría que se lo den.

    Todo es posible, Chávez es un buen cliente, compra todo; barcos, armas, premios y lo que sea. El gasta, firma, derrocha el dinero de Venezuela. Si no lo paga él, lo pagarán los venezolanos. Es deuda soberana. Así son las cosas.

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  4. LA PRENSA OPINA | 05.04.2011
    «Yes, we can», segunda parte

    Barack Obama: ¿por segunda vez en la Casa Blanca?
    Siguen las reacciones de la prensa europea al anuncio de candidatura de Obama para un segundo período presidencial. Algunas de ellas le auguran un buen panorama en vista de la falta de un rival a su altura.

    La Repubblica, de Roma: “Se inicia la segunda parte de ‘Yes, we can’. El presidente estadounidense, Barack Obama, lo vuelve a intentar. El presidente quiere un segundo mandato a pesar de las encuestan, que lo colocan Obama por debajo del 50 por ciento, de la pelea por el déficit fiscal y de la discusión sobre una ‘tercera’ guerra en Libia. El primer anuncio de campaña ya está listo y es muy popular en Internet. Es maravilloso: los protagonistas son ciudadanos comunes, y el presidente aparece al margen. ‘Todo comienza con nosotros’, es el nuevo lema. Puede ser. Pero, como dijo Harry Truman, -y como Obama tuvo que comprobar más de una vez- después, todo dependerá de él.”

    “Obama no tiene rival”

    Le Figaro, de París: “Barack Obama está prácticamente seguro de que, entre los demócratas, nadie le disputará la candidatura, y de que estará parado sobre un pedestal mientras sus rivales se despedazan entre ellos. (…) Hasta ahora, la mayor ventaja de Obama es que no tienen ningún rival, y eso podría seguir así, ya que los a los republicanos les está costando encontrar a un hombre o a una mujer que pueda derrotar al actual presidente en las próximas elecciones. Un candidato de demasiada edad significaría un regreso al pasado. Y si es demasiado joven, su inexperiencia saltará a la vista al comparárselo con Obama.”

    “Buen panorama para una reelección”

    Der Standard, de Viena: “Los ornitólogos entre los políticos del equipo de Obama saben que sólo el pájaro madrugador es el que captura la lombriz. (…) Además, el enfático inicio de campaña logra asustar hasta al último posible contrincante demócrata que quisiera intentar dejar fuera de concurso a Obama, maestro de las campañas electorales. De todo eso resulta, estadísticamente hablando, un buen panorama para el presidente estadounidense. En las últimas décadas, sólo tres presidentes estadounidenses no lograron ser reelegidos: Gerald Ford, Jimmy Carter y George Bush. Y todos ellos contaban con rivales dentro de su mismo partido.”

    “Reelección depende de la economía”

    Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno: “Cuando los electores estadounidenses se aboquen a las urnas dentro un año y medio, revisarán la lista para ver cuáles fueron las promesas de Obama y cuáles de ellas no cumplió. La mayoría tomará una decisión de acuerdo con la situación económica y del mercado laboral. Además, tratándose de EE. UU., de acuedo con el precio del combustible. Es decir que, si la economía florece y se crean nuevos puestos de trabajo, Obama puede esperar con confianza los comicios, especialmente porque los republicanos le están haciendo un favor dado que, hasta el momento, no cuentan con un rival verdaderamente peligroso para el presidente.”

    CP/dpa
    Editor: Enrique López Magallón

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  5. FIDEL CASTRO DICE QUE SÓLO JIMMY CARTER TIENE EL CORAJE NECESARIO PARA HABLAR DE LAS RELACIONES ENTRE EE.UU. Y CUBA
    El ex presidente estadounidense Jimmy Carter es “el único que posee la serenidad y el coraje necesarios; para abordar las tensas relaciones entre Washington y La Habana. Esto es lo que declaró hoy jueves el ex presidente de Cuba, Fidel Castro. Durante una visita privada de tres días que concluyó este miércoles, Carter, premio Nobel de la Paz en 2002, se reunió en la isla caribeña con el presidente Raúl Castro y con algunos blogueros disidentes. También dialogó con representantes judíos y católicos, y con algunos “cubanos de la calle”, como él mismo los calificó. Carter denunció el embargo que su país le impuso a Cuba hace más de 50 años y estimó que Washington debería retirar a la isla caribeña de la lista negra de países que apoyan el terrorismo.

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  6. Obama: “vine, vidi y no dije nada…

    Frida Modak

    El título de este artículo no es mío, corresponde al comentario hecho por José Piñera, hermano del presidente chileno Sebastián Piñera, y publicado por el diario El Mercurio junto a otros dichos de distintas personalidades al término del discurso de mandatario estadunidense. El texto completo es “Vine, vide, vinci, fue el tweet de César a Roma tras una victoria. Vine. vidi y no dije nada, será el tweet hoy de Obama”. Pero José Piñera, ex ministro del Trabajo y de Minería de Pinochet no es el único que piensa así, aunque su hermano dice estar muy satisfecho. El presidente del partido Socialista dijo que “Los estadunidenses son especialistas en hacer buenos shows y este fue un show, muy pocas nueces para tanto ruido».

    El senador demócrata cristiano y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado chileno dijo que lamentaba que Obama “no abordara los temas que esperábamos los latinoamericanos y los chilenos. No hubo propuesta sobre el desafío de avanzar en la lucha contra la pobreza, ni en el problema migratorio, el término del proteccionismo agrícola y la eliminación del embargo a Cuba o un importante mea culpa por los derechos humanos”.

    Hay muchos otros comentarios similares, como así también artículos de agencias noticiosas internacionales y notas de prensa de otros países. La agencia alemana DPA, por ejemplo, destacó que Obama propuso a las Américas una alianza, sin anunciar medidas, plazos ni comprometer apoyos políticos.

    La gira, que incluyó a Brasil, Chile y El Salvador fue también muy carrereada debido tanto al desarrollo de los acontecimientos en Libia, como a las acusaciones de que Obama ha violado la constitución estadunidense al apoyar la intervención en ese país, lo que lo obligó a acortar en horas sus estadías en Chile y El Salvador.

    Pero no es tan efectivo que el mandatario estadunidense no haya dicho nada. Planteó cosas que no explicó, ignoró demandas. lo que es una forma de responder, y no entró en detalles sobre su propuesta de actualizar la Alianza para el Progreso kennediana de los años sesenta, lo que también tiene un significado.

    Brasil

    La primera etapa de su viaje fue Brasil y los acontecimientos allí no se desarrollaron armónicamente porque fue desde ahí de donde Obama dio el vamos a los bombardeos sobre Libia, encabezados y dirigidos por su país, como habían acordado con sus aliados.

    Como se sabe, Brasil se abstuvo en la votación del Consejo de Segundad de l as Naciones Unidas cuando se adoptaron las medidas para establecer la exclusión aérea en Libia, lo que equivale a un operativo de guerra, como dijera hace ya algunas semanas un general estadunidense.

    Obama tuvo la opción y la excusa para postergar la gira y no lo hizo, presumiblemente estimó que al no estar en su país quedaba, en apariencias, al margen de esos hechos. Pero los bombardeos a Libia lo acompañaron toda la gira y el “vamos “ que dio desde Brasil tuvo consecuencias. Ese fue el motivo por el cual el ex presidente Lula no fue a la comida que la presidenta Dilma Rouseff le ofreció al visitante.

    En Brasil hay una importante colectividad árabe. El país fue colonia de Portugal y la nación europea estuvo bajo el dominio árabe durante más de un siglo, detalles históricos que al parecer el departamento de Estado no considera debidamente en sus anáisis, Talvez por eso Obama dijo después en un discurso que la transición brasileña era un modelo para el mundo árabe. Claro que también dijo en Santiago que la experiencia chilena es un modelo para la región y para el mundo.

    Chile

    Ya desde Brasil y a través de un matutino chileno, el mandatario estadunidense había señalado que en el discurso que pronunciaría en Chile explicaría “nuestra visión para el hemisferio y que se funda en el concepto de alianza igualitaria que he perseguido desde que asumí la Presidencia de Estados Unidos. ”

    Ya en Chile, inició su discurso diciendo ”We are all Americans. Todos somos Americanos”. Luego se refirió a la unidad alcanzada por los países latinoamericanos y afirmó que esta región “está contribuyendo a la prosperidad y seguridad mundial” y que por lo tanto va a ser “cada vez más importante para Estados Unidos”, afirmación suficiente para encender algunas luces rojas.

    Siempre en esa línea sostuvo que “En América no hay socios mayores y no hay socios menores, sólo socios iguales”, de modo que las asociaciones de igualdad “exigen” una responsabilidad compartida, lo que podría parecer democrático si tales asociaciones se establecieran entre iguales, lo que obviamente no ocurre.

    Esa es la base de su propuesta, cuyos alcances son obvios, América Latina va bien en los aspectos que a Estados Unidos le interesan, de modo que nos vamos a asociar. Aquí hay petróleo suficiente para todos, tanto descubierto como por descubrir, una Amazonia y una Antártica con más riquezas y yacimientos enormes de agua dulce.

    Lo que no explicó el presidente Obama es por qué tendríamos que asociarnos con su país, cuando somos tan capaces y tan ricos. Si fuera por recursos económicos para explotar esas riquezas, en la actualidad hay muchos interesados en aportarlos y posiblemente pongan menos condiciones y exijan menos ventajas.

    Esto es lo sustancial del discurso, en el cual Obama buscó apoyarse en la imagen de John Kennedy, admitiendo que esa Alianza para el Progreso de 1961 ya estaba superada, si bien lo cierto es que cuando fue puesta en práctica ya lo estaba porque sus metas no conducían al progreso. Cabe recordar que el planteamiento de Kennedy al hacerla pública fue “a nuestros vecinos del Sur les pedimos que den un poco para no perderlo todo” y así fue. Lo que importaba era proponer reformas a medias para contrarrestar la influencia de la Revolución cubana a la que desde la “era Kennedy” se le impuso el bloqueo económico.

    Y a propósito de Cuba, el mandatario estadunidense aseguró haber hecho muchos esfuerzos para mejorar las relaciones y supuestamente también su economía, pero que Cuba no había correspondido, no se le ocurrió que bastaría levantar el bloqueo para que esa nación desarrolle todo su potencial, del cual ha dado prueba en estos 50 años.

    De lo que no dijo nada fue de lo que numerosos chilenos, entre ellos el escritor Ariel Dorfman, que le pidieron públicamente y a través de la prensa, que se disculpara con los chilenos por el golpe militar de 1973 y las violaciones a los derechos humanos cometidas al amparo y colaboración de Washington.

    Dorfman, en un artículo en el diario español El País, le señaló que no necesitaba pedir perdón, ni expresar remordimiento por la intervención estadunidense en Chile, que bastaría con que visitara la tumba del presidente Salvador Allende y le dedicara “un par de minutos soltarios”, con lo que enviaría una señal al sur de Río Bravo de que sería posible una nueva relación con Estados Unidos.

    Nada ocurrió y en un momento los periodistas chilenos que cubrían la visita acordaron preguntarle si su país colaboraría en la investigación de las muertes del presidente Allende y su antecesor Eduardo Frei y si pediría perdón por la participación de su país durante el régimen militar. Obama respondió que considerarían cualquier solicitud.

    Pero después agregó “debemos aprender de nuestra historia, y entender nuestra historia, pero no sentirnos atrapados por la historia, porque tenemos muchos desafíos hoy, incluso lo más importante, tenemos desafíos para el futuro que debemos poner atención”.

    El Salvador

    En la mañana del martes, después de desayunar con el presidente Piñera, el gobernante estadunidense partió a El Salvador, última etapa de su gira. Casi al mismo tiempo que llegaba se produjo un temblor en la nación centroamericana. En la capital salvadoreña había plantones y marchas de protesta, pero al igual que en Chile, no fueron vistas por el visitante, debido al cierre de calles.

    Allí todo se desarrolló a la carrera. Obama se reunió con el presidente Funes y luego dieron una conferencia de prensa en la que el único anuncio importante fue que Estados Unidos daría 200 millones de dólares para el combate a la criminalidad en América Central a través de un plan que, según trascendió, se desarrollará fuera de la Iniciativa Mérida suscrita con México.

    Hecho este anuncio, Obama y el presidente Mauricio Funes fueron a la catedral salvadoreña, donde se encuentran los restos de Arzobispo Arnulfo Romero, asesinado de un balazo cuando decía una misa. El autor del crimen fue el mayor golpista Roberto D’Abuisson, del partido Arena, que gobernó durante varios períodos hasta la elección de Funes. Fue Obama quien pidió ir a la catedral. El Padre Juan Vicente Chopin replicó con un interesante análisis sobre el significado de esa visita, señalando que tendría sentido si se trataba de “un reconocimiento al testimonio de vida que llevó Mons. Romero. Con ello se estaría legitimando su defensa de los derechos humanos”.

    Agregó que si sólo tuviera un carácter político, Obama estaría buscanso popularidad, pero si en el supuesto político el presidente de Estados Unidos pidiera la derogación de la ley de amnistía que encubre a muchos asesinos, o si pidiera disculpas por los crímenes que cometieron ”soldados entrenados en la Escuela de las Américas” entonces “su discurso sería esperanzador en aras de construir una democracia real y estable”.

    Obama no dijo nada, la respuesta la había dado en Chile.

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  7. EE.UU.-América Latina: promesas y desaires

    Entre progreso retórico y real, la gira latinoamericana de Obama se vio opacada por la crisis en Libia. Las expectativas latinoamericanas no se cumplieron porque la región no es prioridad para EE.UU., dicen expertos.

    El presidente estadounidense, Barack Obama, abandonó esta semana, con dos horas de adelanto, su gira de cinco días por tres países latinoamericanos. Sus asesores se esforzaron por mostrar –dentro y fuera de EE.UU.– a un mandatario tan preocupado por la crisis en Libia como por impulsar la recuperación del liderazgo de su país en la región vecina, lo que también se presenta como “una nueva era de relaciones en igualdad de condiciones”.

    Además de Brasil, el socio mayor en el subcontinente, y Chile, un aliado ya consolidado; la visita a El Salvador “envió una señal de que hay una izquierda moderada con la que EE.UU. puede cooperar, sin que ello se vea afectado por el rumbo ‘antichavista’ con que se identifica la política norteamericana en la región”, dijo a Deutsche Welle Günther Mailhold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política (SWP) en Berlín.

    La gira fue un intento por reubicar a América Latina, al menos a nivel de discurso, “entre las prioridades de la agenda política de EE.UU.”, aseguró Mailhold. “La agenda fue fundamentalmente económica, para marcar cierta presencia ante la creciente influencia de China en América Latina”, considera, sin embargo, Leslie Wehner, politólogo del Instituto GIGA de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo.

    Pero las expectativas latinoamericanas eran más altas. Brasil no recibió apoyo explícito a su candidatura como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. El discurso a América Latina –pronunciado desde Chile– fue recibido sin entusiasmo y tildado de “burocrático” y “generalista” por varios medios de prensa y ambos expertos entrevistados por Deutsche Welle. Además chocó con la crítica de varias figuras y organizaciones políticas de la región, al coincidir con la asunción temporal del mando por parte de EE.UU. en la ofensiva militar internacional en Libia. En medio de todo, fue quizás El Salvador el más satisfecho con ciertos gestos financieros y simbólicos en esta visita.

    Brasil: ¿socio mayor?

    EE.UU. estaba sobre todo interesado en el comercio bilateral con Brasil, pues ya existe un tratado de libre comercio con Chile, aunque China es ahora el primer socio comercial de ambos. Pero Obama no hizo, ni en Brasil ni en Chile, “ofertas específicas para relanzar la agenda bilateral como podría ser la remoción de las barreras agrícolas”, insistió Wehner. Aunque sí se firmaron una serie de protocolos, entre los que destacan acuerdos de cooperación con Brasil en temas energéticos.

    En términos políticos, Brasil esperaba que EE.UU. apoyara su candidatura como miembro permanente del Consejo de Seguridad, así como Obama lo hizo antes con India. Pero, si “en el caso de India está claro que ésta puede ser un contrapeso contra la emergencia china, potenciar a Brasil puede ser contraproducente para EE.UU., que sigue viendo a Latinoamérica como parte de su esfera de influencia”, sostuvo Wehner, especialista en política exterior latinoamericana.

    “La decisión estadounidense de no comprometerse con Brasil tiene detrás, entre otras razones estratégicas, “la estrecha conexión EE.UU.-México, a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), pues el Gobierno mexicano tiene aspiraciones similares a las brasileñas”, destacó Mailhold, experto en política internacional, desde Berlín.

    El Salvador: gesto simbólico y compromiso financiero

    La política migratoria, de seguridad y de desarrollo económico estuvieron en el centro de las conversaciones entre Obama y el presidente salvadoreño, Mauricio Funes, primer presidente de izquierdas democráticamente electo tras la guerra civil (1980-1992). Obama es también el primer presidente norteamericano que visita el país desde entonces, cuando EE.UU. apoyó y financió al Gobierno militar de derecha frente a la izquierdista guerrilla rebelde.

    En El Salvador, Obama visitó la tumba de Óscar A. Romero, asesinado por un «escuadrón de la muerte», días después de pedir a la Casa Blanca que dejase de apoyar al Ejército de su país.

    Obama anunció ayudas de 200 millones de dólares para un programa centroamericano de seguridad que contemplaría, a diferencia de sus antecesores, no sólo capacitación policial y judicial, sino también estrategias de prevención. El “Triángulo del Norte de Centroamérica”, formado por El Salvador, Honduras y Guatemala, es considerado actualmente una de las regiones más peligrosas del mundo.

    “En términos simbólicos, tanto para El Salvador como para Chile, hay un reconocimiento al avance de la democracia institucionalizada y no a los personalismos en un contexto democrático”, señala Leslie Wehner, investigador de origen chileno radicado en Hamburgo. El caso de Chile, “es significativo porque tras su cambio de Gobierno de la izquierda a la derecha, las políticas de Estado se han mantenido inalteradas, con una ruta de respeto al libre comercio, los derechos humanos y la democracia”, agrega el experto.

    Relaciones EE.UU.-América Latina: ¿hacia dónde?

    Ni siquiera la presencia de actores extraregionales como China, Rusia o Irán, es observada como peligro para el rol de los EE.UU. en la región, sugiere Mailhold, “pues esos países persiguen proyectos económicos que no parecen derivar hasta ahora en influencias políticas”. De ahí que EE.UU. “priorice sus intereses de seguridad en el Caribe”, advierte el subdirector de la fundación alemana Ciencia y Política. Eso sí, sin perder de vista al gigante brasileño.

    “Latinoamérica sigue siendo un actor secundario en la política exterior norteamericana”, asegura también Wehner. Pese a la expectativa generada por Barack Obama, la agenda sigue marcada por “las percepciones de seguridad de EE.UU., los temas clásicos de la migración y el combate al narcotráfico, una realidad para algunos países, pero no para todos”, agrega el experto del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo.

    Así, además del desaire a Argentina, justificado por la cercanía de las elecciones presidenciales en ese país, quedó también pendiente la visita del presidente estadounidense a Colombia, probablemente por la incapacidad de su administración para cerrar un tratado de libre comercio con la nación sudamericana, bloqueado por el Congreso. Ello pese a que EE.UU., como Europa, no quiere perder terreno comercial frente a China.

    Autora: Rosa Muñoz Lima
    Editor: Pablo Kummetz

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  8. OBAMA PROPONE RELACIÓN DE IGUALDAD A AMÉRICA LATINA
    «América Latina es más importante que nunca para la prosperidad y seguridad de EEUU», dijo el jefe de la Casa Blanca, en un discurso anunciado como relanzamiento de las relaciones con América Latina sobre nuevas bases.

    El presidente Barack Obama culminó ayer una gira de cinco días por América Latina, en la que ofreció a los países de la región una alianza «entre iguales», destacando su importancia para la seguridad y la economía de Estados Unidos.

    Obama dijo que «América Latina es más importante que nunca para la prosperidad y seguridad de EEUU», en un discurso anunciado como un relanzamiento de las relaciones con América Latina sobre nuevas bases.

    Sin embargo, la falta de propuestas concretas y la crisis en Libia restaron impacto al mensaje de Obama en la región.

    En El Salvador, última etapa de su gira, Obama prometió a la empobrecida Centroamérica, víctima de la violencia del narcotráfico, un programa de 200 millones de dólares para la lucha contra la inseguridad así como impulsar una reforma migratoria en EEUU, donde viven más de dos millones de salvadoreños.

    Obama subió la escalerilla del Air Force One tomado de la mano de su esposa Michelle y detrás de sus dos hijas, antes de partir a EEUU, poniendo fin a una gira que lo llevó además a Brasil y Chile.

    En San Salvador Obama prometió recursos para la lucha contra el narcotráfico y las pandillas en Centroamérica, que se ha convertido en una de las regiones más inseguras del mundo, y coincidió con su par salvadoreño Mauricio Funes en que hay que crear oportunidades para que los jóvenes no emigren ni se unan a bandas criminales.

    «Hoy estamos lanzando un nuevo esfuerzo para enfrentar a los narcotraficantes y pandillas que han causado demasiada violencia en todos nuestros países, especialmente en América Central», dijo Obama el martes, agregando que «focalizaremos 200 millones de dólares para apoyar los esfuerzos aquí en la región».

    La actividad más simbólica de Obama en El Salvador fue una visita a la tumba del asesinado arzobispo Óscar Arnulfo Romero, en la Catedral Metropolitana, acompañado por Funes y el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar.

    Romero, infatigable defensor de los derechos humanos y de los pobres, fue asesinado por un sicario pagado por la ultraderecha mientras oficiaba misa, el 24 de marzo de 1980.

    FIDEL CRITICA A OBAMA

    El presidente Barack Obama llegó a El Salvador desde Chile, donde elogió a América Latina por ser «una región en movimiento, lista para asumir un papel más importante en el mundo».

    Antes visitó Brasil, donde se reunió con la presidenta Dilma Rousseff, en un encuentro que ambas partes dijeron que sirvió para relanzar las relaciones bilaterales, después de que China quitara en los dos últimos años el primer puesto a Estados Unidos como socio comercial y como principal inversor.

    La gira del jefe de la Casa Blanca fue criticada por el líder cubano Fidel Castro, quien arremetió en un artículo publicado por la prensa ayer miércoles contra la «insólita alianza entre millonarios y hambrientos» que propone el primer presidente de color de EEUU.

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  9. «Obama no ofrece disculpas por el apoyo de su país al golpe en Chile» titula de forma explícita el español El País, tras la visita del presidente estadounidense a Santiago. En este tema, el diario español refleja la gran decepción de los chilenos que esperaban, en vano, esas disculpas 38 años después del golpe contra Salvador Allende. «Obama habló ayer desde un centro cultural construido en los sótanos del edificio en el que ese golpe se perpetró», escribe El País. «Nunca iba a tener una mejor ocasión para hacerlo. Los periodistas chilenos se lo pidieron durante la conferencia de prensa que celebró, de forma conjunta, con el presidente Sebastián Piñera», enumera el diario como tantas ocasiones que tuvo el presidente Obama de tender un puente hacia el pueblo chileno. La expectativa se quedó en agua de borrajas. Esto a pesar «de que uno de sus más notorios antecesores, Richard Nixon, fuese cómplice de un levantamiento militar que dejó más de 3.000 desaparecidos en Chile.

    De su lado, El Mundo deja ver que Obama optó por una salida por la tangente: «A veces las relaciones han sido difíciles. Sin embargo, no nos podemos quedar atrapados por la Historia», dijo Barack Obama. Menos crítico, el británico Financial Times cataloga de «discurso positivo» el mensaje dirigido por Obama a América Latina. Destaca el rotativo que el presidente estadounidense habló de «viejos estereotipos en una región que se mueve, orgullosa de su progreso y lista a asumir un mayor protagonismo en el mundo».

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  10. El País dedica un amplio espacio a analizar la gira del presidente Barack Obama por varios países de América Latina. Al respecto, Antonio Caño juzga que el discurso de Obama en Chile, «anunciado como un gran acontecimiento que marcaría el nacimiento de una nueva era de relaciones entre Estados Unidos y América Latina, se quedó en un mensaje vacío de buenas intenciones y esquivó los verdaderos temas pendientes». Otra perspectiva es la de Jorge Castañeda, ex canciller mexicano, quien considera que la gira de Obama, que concluye en El Salvador, podría ser el último viaje de un mandatario estadounidense a América Latina, pues cada vez será más difícil hablar de una unidad latinoamericana, dado que claramente hay dos partes desiguales: «América del Sur, por una parte, México y Caribe, por otra».

    Al respecto, y como reflejo de las divergencias entre Washington y sus vecinos del sur, el español Público publica un artículo sobre la posición de Brasil -uno de los tres países visitados por Obama-, a propósito de la ofensiva militar contra el gobierno de Libia. Pocas horas después del fin del viaje del mandatario estadounidense a Brasil, el ministerio de Relaciones Exteriores dio a conocer un comunicado donde pide el cese de los ataques contra Libia. La presidenta, Dilma Rousseff, sostiene que la intervención militar está teniendo un efecto contrario al deseado, lo que puede ser un punto de convergencia diplomática para los BRIC (Brasil, Rusia, India y China, a los que se ha sumado Sudáfrica).

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  11. EL SALVADOR/ESTADOS UNIDOS – Miércoles 23 Marzo 2011 –
    Obama promete US$ 200 millones para luchar contra el crimen

    El mandatario norteamericano terminó su gira latinoamericana en El Salvador, donde anunció una estrategia regional para luchar contra el crimen organizado y abogó por el desarrollo local para evitar que los jóvenes sigan emigrando a Estados Unidos. Obama visitó el sepulcro del asesinado obispo Oscar Arnulfo Romero.

    El presidente estadounidense Barack Obama culminó el martes en El Salvador una gira latinoamericana que lo llevó por Brasil y Chile. En su última escala, abreviada por las operaciones militares en curso en Libia, el jefe de Estado norteamericano puso énfasis en la lucha contra el crimen organizado que asuela América Central y la necesidad de alentar la economía local para evitar que los salvadoreños sigan el camino de los 2,5 millones de compatriotas que viven en Estados Unidos.

    Ante el flagelo de las pandillas y los carteles del narcotráfico, que golpean también Honduras y Guatemala, Obama prometió ayudas económicas para luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico en el marco de una estrategia regional.

    «Bajo la Sociedad para la Seguridad Ciudadana en América Central que estoy anunciando hoy, focalizaremos 200 millones de dólares para apoyar los esfuerzos aquí en la región», declaró.

    «Como dije en mi discurso ayer (lunes en Santiago de Chile), Estados Unidos hará su parte como las naciones de América Central al desarrollar una nueva estrategia conjunta de seguridad esta primavera (boreal)», añadió. «Vamos a ayudar a fortalecer los tribunales, grupos de la sociedad civil e instituciones que apoyan el estado de derecho», prometió.

    En cuanto al tema migratorio, Obama y el presidente salvadoreño Mauricio Funes estuvieron de acuerdo en que la clave es el desarrollo económico del país centroamericano. «El presidente Funes está comprometido en crear oportunidades aquí en El Salvador (…), si la gente no tiene necesidad de ir al norte para proveer a sus familias» se reducirá la migración hacia Estados Unidos, sostuvo Obama.

    “No podemos seguir ofreciendo a nuestros jóvenes (…) únicamente dos caminos para su desarrollo: o irse a Estados Unidos a buscar las oportunidades de empleo, de educación, de entretenimiento y de acceso a la cultura que no encuentran acá o caer en las manos de las bandas criminales», subrayó.

    Sin embargo, Obama aseguró que seguirá defendiendo en Washington la reforma migratoria de regularización de indocumentados que viven en Estados Unidos. «Sé que es especialmente importante (porque) al menos dos millones de salvadoreños están viviendo y trabajando en Estados Unidos. Ellos están haciendo una extraordinaria contribución a nuestro país», dijo.

    La visita de Obama tuvo su punto culminante con la visita al la céntrica catedral de San Salvador, donde se encuentra el sepulcro del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado por la ultraderecha en 1980. El presidente estadounidense y su par salvadoreño encendieron una vela en señal de homenaje ante a la tumba de “la voz de los sin voz”, como también se conoce al cura Romero.

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  12. Obama se acerca a América para asfixiar el proceso revolucionario
    Lucía Berbeo*

    Gran expectativa y diversas reacciones se han originado en América Latina con el viaje que realizará el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien visitará durante el 19 al 23 de marzo Brasil, Chile y El Salvador, periplo que forjará nuevas alianzas con líderes del hemisferio.
    Pese a la crisis nuclear de Japón, a los disturbios en el Medio Oriente y mientras el Congreso estadounidense trabaja sobre el presupuesto para evitar un cierre del gobierno federal, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, informó que la visita a la población hispana es parte clave de las prioridades de Obama de cara a la reactivación económica de EEUU.
    Sin embargo, de acuerdo a algunos internacionalistas, el mandatario visto como un partidario de gobiernos sumisos a los intereses de su nación, efectuará un itinerario de cinco días al “patio trasero” con el objeto de desestabilizar a los gobiernos progresistas y antiimperialistas del continente como lo son Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Cuba. Naciones que no se han doblegado a sus directrices neoliberales.
    En tal sentido, el sociólogo y analista político alemán, Heinz Dieterich, indicó que la gira de Obama tiene como fin intentar acercarse a América Latina con la meta de “asfixiar el proceso bolivariano”, que ha sido cuestionado por Washington. “La visita a Piñera -presidente de Chile- es para afianzar el puñal contra Venezuela, a través del eje del mal de Piñera-García-Santos”. Ya en anteriores oportunidades el multimillonario centro derechista, Sebastián Piñera, se ha dado a la tarea de criticar al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, por la forma en que practica la democracia y por el modelo económico que aplica en el país.

    EEUU levantándose de crisis económica

    Para ahondar más sobre el panorama de la travesía se consultó a la magíster en ciencias políticas, y doctora en estudios estratégicos para el desarrollo, Sandra Márquez, quien expresó que “el viaje del presidente de Estados Unidos a América Latina, gira en torno a intereses económico–comerciales. Recordemos que Estados Unidos tímidamente viene recuperándose de una crisis financiera que le afectó profundamente. Por lo que estrechar o reforzar lazos con países de la región forma parte de la estrategia de redención de su economía”.

    – Su estadía podría ser percibida como querer asegurar la posición dominante de la superpotencia en el mundo.

    – No, al contrario. Particularmente pienso que la gira de Obama a los países previsto es un signo de debilidad más que de fortaleza o predominio. Definitivamente y con base en el realismo político si bien Estados Unidos continúa proyectándose y siendo percibido a nivel mundial como la primera potencia, ya eso no es tan radical como lo entendíamos hace décadas. Hay países en la región que responden totalmente a los intereses y a las políticas del gobierno de los Estados Unidos, se ha creado un bloque de naciones que se han negado a ser apéndices del gobierno de Obama. La independencia de nuestros países la estamos viviendo en estos momentos, se está dando ahora, ya no de quienes colonizaron nuestros países, sino de la influencia de los Estados Unidos.
    – ¿Por qué considera que escogió precisamente a Brasil, Chile, y El Salvador? ¿Por qué razón elude Argentina y a qué se debe no ir a Colombia?

    – La elección de ir a cada país y no ir a otros responde a razones individuales. Evidentemente no se realizó al azar. En el caso de Brasil y Chile pienso que predominan las razones económicas elemento que no está ausente en el caso de El Salvador, donde además se mezclan razones políticas. Brasil y Chile, además de ser los países económicamente más importantes en la región, sus respectivos presidentes tienen data reciente en el poder por lo que el acercamiento además de protocolar intenta estrechar y mantener los lazos comerciales. En el caso de Argentina, pese a ser un país económicamente importante, la presidenta Cristina tiene más tiempo en el poder y ha dado muestra de su posición ideológica que se opone a la política exterior de Estados Unidos. Además recordemos que en el mes de febrero se produjo el roce diplomático por la detención de un avión militar de EEUU con armas y drogas en territorio argentino, situación que no pudo ser justificada por las autoridades estadounidenses y que aún se mantiene latente.

    En el caso de Colombia es más particular aún, la cercanía y tutelaje total del gobierno de Estados Unidos al de esa nación, en la gestión de Álvaro Uribe, se hicieron evidentes muchos aspectos neurálgicos de la política exterior de EEUU con respecto a la región. Las bases militares estadounidenses en suelo neogranadino, que implicó la renuncia de la soberanía, trajo muchos inconvenientes para el presidente actual, al punto que la corte Constitucional de Colombia declaró inconstitucional el acuerdo, esa es una situación que está detenida y que por tanto políticamente no es conveniente el acercamiento público. En todo caso, pienso que las relaciones entre ambas naciones se mantienen igual, sólo que comenzando mandato no es conveniente para el presidente Santos mostrar continuidad con la criticada política de su antecesor.
    – La crítica que se ha hecho desde el sur del hemisferio es que Washington no pone suficiente atención al “patio trasero”. ¿El viaje busca afianzar la idea de que esa percepción es equivocada?

    – Creo que nosotros mismos somos culpables de que nos vean como eso, como el patio trasero, teóricamente nos quedamos en ese tiempo cuando Estados Unidos haciendo uso de su poder podía hacer con los países de la región lo que a su antojo le provocara, poner y quitar gobierno, implementar políticas que le redundaran en ganancias a las empresas multinacionales que tienen su origen en el gobierno norteamericano, entre otras cosas; pero ya no, hoy en día es inconcebible que nos veamos a nosotros mismos como el patio trasero de Estados Unidos, porque en la realidad ya no lo somos. Antes quizá si, los gobiernos estadounidenses nos trataban así, venían le echaban maíz a las gallinas y se iban, eso bastaba y sobraba para controlar a la región. Desde hace mucho dejamos de ser el mal llamado patio trasero, hoy en día el presidente de Estados Unidos viene a nuestros países por interés, político, pero fundamentalmente económico.
    ¿La política exterior de Estados Unidos hacia Latinoamérica con la llegada de Obama ha cambiado?

    Definitivamente no ha cambiado. Obama, pese a los problemas financieros a los que ha tenido que hacer frente desde inicios de su gestión considera al país como la superpotencia que una vez fue, por lo que ha manejado la política exterior como si aún estuviésemos en el dominio de la bipolaridad. No se ha redefinido una política exterior que se adapte a la realidad actual, bueno por lo menos no abiertamente.

    Se podría decir que uno de los objetivos de la gira de Obama es pretender frenar el desarrollo de espacios populares y soberanos en la región, como es la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba)

    – No, creo. Fíjate que ninguno de los países previstos en el viaje forma parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA) y ello es muy significativo, más que representar una estrategia para frenar esos espacios, yo lo veo como un reconocimiento tácito de la importancia y compromiso del bloque regional, en el estudio de sus escenarios el gobierno de Estados Unidos debe reconocer el compromiso inquebrantable con el que los gobiernos que componen el ALBA han venido trabajando.

    nirmanlucia@gmail.com

    *La autora es licenciada en comunicación social, analista político y colaboradora para este medio de comunicación.-

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  13. Petición online del pueblo brasilero a Barack Obama

    Várias organizações
    Adital
    Traducción: ADITAL
    (Ver firmas actuales | Firmar esa Petición online)

    Petición online del Pueblo Brasilero a Barack Obama

    Para: Presidente dos Estados Unidos, Barack Obama

    El presidente Lula fue definitivo: cuando nos dirigimos a Ud. no parece que hablamos con el representante de un poder imperial, sino con un brasilero como uno de nosotros. Su elección trajo mucha admiración y mucha esperanza para el pueblo brasilero y para toda América Latina. Sin embargo, debemos confesarle que nos encontramos profundamente decepcionados.

    Creímos en las promesas de campaña. Entre ellas esperábamos que su gobierno trajera la paz y la justicia para nuestra querida Isla Cubana, que, como es sabido, a pesar del embargo de más de 50 años, consiguió ocupar un lugar destacado en el mundo, con logros significativos en las área de la biotecnología, educación y de salud pública. A pesar de la campaña difamatoria y de la propaganda violenta, Cuba resiste con dignidad a todas las agresiones e intemperies. Es innecesario hablarle sobre todos los desmandes en contra de Cuba, hechos bajo los más mentirosos alegatos. Así fue con la Bahía de los Cochinos; así fue con la promesa de desactivar Guantánamo; así es el encarcelamiento de los Cinco Cubanos en prisiones estadunidenses, con juicios sin ningún criterio ético y justicia; así también fue establecido, hace más de 50 años, un embargo económico, cruel e inhumano.

    Así ha sido contra Honduras, Venezuela, Bolivia, África, sin citar el apoyo y el trabajo de las agencias de inteligencia en contra de los países suramericanos en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.

    Son incontables esas agresiones. Ud. Llegó como esperanza de crecimiento del hombre en todas las esferas. Vino de una clase mediana diferenciada; traía en las venas la herencia de sus antepasados, los mismos que construyeron la economía de su país.

    Sabemos de sus intereses en la grandiosidad de Brasil, que trasciende lo imaginable: pré-sal, riquezas inagotables de energía, biodiversidad, mano de obra barata… son solamente algunos ejemplos.

    Señor Presidente Barack Obama, nuestras diferencias son grandes; pero nuestro cariño por el pueblo norteamericano trasciende las discordias.

    Queremos aprovechar esta ocasión para una reflexión necesaria: la generosidad, la solidaridad, el respeto a la soberanía de cada país y, principalmente, enfocar y dirigir nuestras potencialidades en transformar el caos en que vivimos, en un mundo mejor.

    Ponga fin al embargo a Cuba y liberte los Cinco Héroes Cubanos en nombre de la real integración entre los pueblos.

    Red de las das Redes en Defensa de la Humanidad – Capítulo Brasilero

    Oscar Niemeyer – Presidente de Honor

    Marília Guimarães – Presidente do Capitulo Brasil

    Los signatarios

    [La petición del Pueblo Brasilero a Barack Obama fue creada y escrita por la comunidad Redes de las Redes en Defensa de la Humanidad – Capítulo Brasilero].

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  14. Obama en Chile
    Álvaro Cuadra
    (especial para ARGENPRESS.info)

    La visita del presidente de los Estados Unidos a Chile, es, fuera de toda duda, una cuestión importante para nuestro país y para la región. Se trata, después de todo, del primer presidente afro-americano instalado en la primera potencia mundial, premio Nobel de la paz y principal figura de la política mundial. Su visita a los extramuros del Imperio trae consigo todo el fasto mediático de luces y cámaras en directo.

    Como resulta evidente, América Latina no constituye, hoy por hoy, un foco de interés particular en la política internacional norteamericana. Bastará recordar la crisis por la que atraviesan varios países petroleros del norte africano y el Golfo Pérsico, o la angustiante crisis que vive por estos días el Japón, para advertir que nuestra importancia relativa a los ojos de Washington es de segundo orden, a lo menos.

    Los grandes temas latinoamericanos en la agenda de la Casa Blanca están relacionados con la inmigración ilegal y, desde luego, el tráfico de drogas. Sin embargo, hay una agenda menos pública relacionada con grandes inversiones en aspectos específicos de nuestra economía y, desde luego, en la venta de equipos y armamentos a los ejércitos de la región. La visita de Barack Obama a Brasil y a Chile señala el interés de la actual administración por marcar una presencia en un mercado apetecido por otras poderosas economías.

    La visita de Obama es una valiosa oportunidad para poner sobre el tapete la imperiosa necesidad de que Washington entable un nuevo diálogo con sus vecinos del sur. Si bien el brutal garrote de las dictaduras militares va quedando, en apariencia, en el pasado, no es menos cierto que hoy muchos de nuestros países padecen las consecuencias brutales de una economía neoliberal que empobrece a millones de latinoamericanos, sin respeto por el medio ambiente ni por las minorías étnicas. Todavía están frescas en la memoria las bochornosas escenas vividas en Honduras hace algunos años, donde los mecanismos para preservar el respeto de la democracia fracasaron estrepitosamente. Hasta el presente, la realidad de Haití sigue siendo una afrenta a los latinoamericanos, lo mismo que la represión de que han sido objeto los pueblos originarios en el sur de nuestro país.

    La presencia del presidente de los Estados Unidos en Chile es una buena oportunidad para hacerle notar a nuestro ilustre visitante que aquí, como en los países árabes, aspiramos al bienestar y a la felicidad de nuestros pueblos, en paz, con justicia y dignidad. Nos interesa, desde luego, un diálogo respetuoso, franco y fructífero con la Casa Blanca. Dicho diálogo es una tarea pendiente que requiere, en primer lugar, una nueva institucionalidad democrática regional que incluya a todos los gobiernos de America Latina y el Caribe. De otro modo, la visita del presidente Obama a Chile será una amable conversación entre hombres de negocios.

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  15. Interesante visión, aunque un poco “ruidosa”, y en más de un sentido.

    En principio, habría que decir que poca atención se puede dar la “patio trasero” cuando se tienen problemas dentro de la casa misma. Primero se atienden los problemas de la casa y luego los de su periferia. Primero la familia y luego los de afuera.

    Pero también, ¿Qué es eso de suavizar las sanciones contra Cuba? ¿Por qué? Más bien mirémonos nosotros, los de Latinoamérica al espejo: ¿Qué hemos hecho porque caiga el gobierno de ese país? Los países eslavos, divididos más que nosotros, cooperaron entre ellos y dentro de ellos para destruir el comunismo que les roía el espíritu y la vida. Pero nosotros hemos hecho bien poco… y los desorientados y buena parte de la izquierda mucho, para apoyar al gobierno que tiraniza a Cuba. En esto no hay reproche para Estados Unidos, porque él ha hecho mucho más que TODOS los países latinoamericanos juntos para minar esa tiranía.

    Y en cuanto a reconocer el peso político creciente, yo diría que no “en especial” sino en principal únicamente a Brasil, porque México está –como E.U.A.- librando batallas internas que no le permiten por ahora tener una presencia internacional “dura”, y Argentina… mejor ni hablar. Un país tan “poderoso” que le coquetea a un déspota tropical de socialismo trasnochado (y no es Castro) da lástima. Así que ¿Cuál otro grande país latinoamericano?

    Parémonos entonces un poco en la relación de E.U.A. con Brasil: bien, que le reconozca su “peso político”, en principio me parece estupendo. Brasil creo que se lo ha ganado, pero entonces: ¿Qué clase de socio, si va a empezar con miopías y ambigüedades? Lo de Irán no tiene nombre. Preguntémonos si Brasil tiene derecho a ser tratado como un socio como Europa o inclusive Japón o China, que, sin bailar en todo o seguir en todo el paso de danza de E.U.A. al menos pueden quedarse callados o hacerse los locos con cosas como los iraníes. Si los brasileños ni siquiera pueden hacer esto, ¿Qué clase de “socios” tendrían los E.U.A. en ellos? No se tienen socios con tales desacuerdos. Porque no es un desacuerdo como cuando se opina distinto con respecto a una persona, sino como cuando se opina distinto con respecto a un criminal. Y si de un criminal usted opina que no lo es, ya la cosa está demasiado mal, y no tiene nada de extraño que uno no quiera ni negociar ni tomar en cuenta a un laxo así. Más bien se ha portado suave E.U.A. En otras épocas hubiera manifestado mucho más desagrado por tal error político brasileño. Es verdad que la libertad es para cometer errores, pero en política, y sobre todo si es una nación como Brasil, cuando se cometen errores así, ¿Es justo culpar al otro que lidia y negocia con él por desestimarlo? Un error así no debe ser tomado tan a la ligera. Brasil es una gran nación, pero los errores de grandes naciones son grandes errores.

    Así que, si queremos que E.U.A. gane de nuevo el poder o la influencia y mejor, la amistad y la admiración que pudo tener en otra época –que no siempre fue general ni masiva, pero la ha habido y aún la hay en buena parte ‒ la tarea no es tanto de ellos sino de nosotros, de hacernos dignos de esa amistad. Y no solo merced de venderles a buen precio café, bananas, cobre o petróleo, sino de darles lealtad de verdad, alianza firme. Para eso son los amigos, así sean pobres. Es mejor contar con una buena amistad con un humilde, que con una mala amistad con un poderoso. Las relaciones de cooperación nuestra con E.U.A. no dependerán de que seamos poderosos, sino de que sepamos ser fieles y unidos a ellos, para así llegar a ser un día, ya unidos nosotros como “Estados Unidos de Latinoamérica” (Sueño de tantos de nuestros próceres como Miranda y Bolívar), junto con los otros Estados Unidos el norte, coautores y cómplices de una política mundial distinta, y que lleve al mundo a unos rumbos históricos con temas y problemas diferentes a los que en el tiempo han caracterizado al Asia, África y Europa. Entonces creo que las Américas podrán ser, más que polos impositivos de un sentido común, mejor aún y nuevamente, un modelo para el mundo.

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