18 comentarios en “IMPACTA VERLO Y OIRLO”

  1. Trabajadores de Fukushima presentan lesiones por la alta radiación

    Tras horas de interrupciones se retomaron este jueves los trabajos para intentar enfriar desde el exterior el reactor 3 de la central nuclear Fukushima. Tres trabajadores presentan lesiones por radiactividad.

    Los técnicos comenzaron con los preparativos para reparar el sistema de bombeo y regrigeración, anunció la emisora de televisión NHK en base a informes de la empresa operadora, Tepco.

    El miércoles, a las 16:20 horas locales (7:20 GMT), comenzó a salir humo negro del reactor 3 de la averiada central de Fukushima por lo que fueron suspendidos los trabajos para conectar el reactor a la red eléctrica. Aún se desconoce el origen del humo, pero según Tepco no aumentó la radiactividad. Los trabajadores de la planta fueron evacuados por motivos de seguridad.

    En tanto, en las primeras horas de la mañana se observó cómo vapor blanco subía desde los bloques de reactores 1,2 y 4.

    Fue la primera vez que esto es observado también en el bloque 1, indicó el canal NHK. En este reactor se produjo el 12 de marzo -un día después del terremoto- una explosión de hidrógeno, en la que el edificio del reactor resultó considerablemente dañado.

    El reactor 4, sobrecalentado

    El vapor sobre el reactor 4 indica que hay un sobrecalentamiento de la piscina de enfriamiento para las barras de combustible usadas; este reactor ya había sido apagado antes del terremoto para su mantenimiento. De todas formas, el 15 de marzo se produjeron allí una explosión y un incendio. El miércoles también surgieron problemas en el reactor 5, que no suele ser problemático. El sistema de bombeo del reactor presenta defectos, por lo que no funciona la refrigeración, informó la empresa operadora, Tepco. Está previsto poner el sistema de refrigeración nuevamente en funcionamiento hoy al mediodía.

    En tanto, el accidente nuclear en Fukushima está perjudicando la búsqueda de desaparecidos y la recuperación de cadáveres en la región. Soldados informaron a la agencia de noticias Kyodo que tras el sismo y tsunami del 11 de marzo tuvo prioridad la evacuación de los alrededores de la central nuclear más que la búsqueda de desaparecidos. Por eso tampoco fue posible recolectar todos los cadáveres. En la prefectura de Fukushima murieron el 8 por ciento de los 9.523 muertos confirmados oficialmente hasta el momento. Unas 16.094 personas siguen desaparecidas.

    Personas lesionadas

    Tres trabajadores de la averiada central nuclear de Fukushima han recibido una dosis extraordinariamente alta de radiación, informó hoy la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón (NISA).

    Los trabajadores han estado expuestos a una radiactividad de 170 hasta 180 milisievert, dijno el vicedirector de NISA, Hidehiko Nishiyama. Dos de ellos, agregó, fueron hospitalizados con quemaduras en las piernas.

    Los tres afectados trabajaban en el reactor 3 de la central Fukushima I, gravemente dañada por el terremoto de magnitud 9,0 y el posterior tsnunami del 11 de marzo.

    Las autoridades nucleares japonesas habían establecido un límite máximo de radiación permitido de 150 milisievert.

    DPA

    Editor: Enrique López

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  2. Japón o la furia del Océano Pacífico

    Eran las 14:46 en Japón el viernes 11 cuando la furia se desató desde las entrañas del planeta. El epicentro estuvo en el mar a unos centenares de kilómetros de la costa de Migayi y a unos 380 kilómetros al norte de Tokio. Se trata del peor sismo en Japón desde que se tienen registros y el y el quinto más potente en la historia. Alcanzó 8,9 en la escala de Richter que mide de 1 a 9.Liberó 60 veces más energía que la bomba atómica que cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en agosto de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial.
    Para tener una idea de la magnitud de lo ocurrido basta citar al accidente que provocó en una de las centrales nucleares japonesas, Fukushima. Ya está considerado el peor incidente nuclear desde el de Chernobil en la entonces Unión Soviética en 1986. La Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) califica los incidentes desde 1 a 7. El de Chernobil llegó al máximo. El de Fukushima a 4, significa nivel de alcance local.
    La fuerza de 8,9 era inesperada en los registros japoneses. En este país todos los reactores nucleares están preparados para terremotos, porque se encuentra en el llamado círculo de fuego, que abarca a todos los países sean de América, Asia y Oceanía que están sobre el Océano Pacífico donde se producen el 80% de los terremotos. Sólo que no de esta magnitud.
    En efecto, Los reactores se diseñan de acuerdo a los datos históricos de la magnitud de los sismos. Así, en “Japón las plantas nucleares están diseñadas para resistir sismos de hasta 7,5” de acuerdo al informe de Ferran Balcells desde Tokio. ( El País, Madrid, 12 de marzo de 2011). El de Japón al superar los niveles promedio anteriores elevó todas las alarmas e incluso provocó el accidente en Fukushima.
    ¿Porqué el Pacífico es zona de alto riesgo? Los expertos explican lo siguiente: en la tierra, por debajo de la litósfera, placa rígida que tiene una profundidad de 80 a 100 kilómetros, fluye lentamente un material caliente que hace que la corteza se rompa en pedazos que llamamos placas tectónicas. Y la fricción entre estas placas o la subsucción, cuando una se mete debajo de otra provoca, por la energía que libera el choque un terremoto y a su vez éste un tsunami ( olas elevadas que se dirigen a alta velocidad a las costas arrasando todo lo que encuentran a su paso.) Así lo explica la profesora Nora Sabbione, Jefa del Departamento de Sismología de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (Clarín, Buenos Aires, 12 de marzo de 2011).
    Esto que pasa en diferentes partes del planeta adquiere especial gravedad en el Pacífico, según la profesora Nabbione porque la placa del Pacífico, que es cada vez más pequeña consigue meterse por debajo de distintos bordes, lo que provoca sismos con más frecuencia. En palabras sencillas, una pequeña placa que se mueve de aquí para allá, se mete debajo de otras, y hace presión provocando liberación de enormes cantidades de energía que llevan a los terremotos.
    Lo que puede saberse hasta ahora es en que zonas del mundo se tiene los mayores riesgos, se cuenta con lo que el geólogo paraguayo Juan Carlos Velázquez nos explicó que se denomina mapa de vulnerabilidad. Lo que la ciencia no puede en cambio es predecir con exactitud cuándo ocurrirá exactamente el fenómeno.
    Esto forma parte todavía de las sorpresas que vienen de las profundidades terrestres.
    Carlos Martini
    Sociólogo. Periodista. Docente.

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  3. LA PRENSA OPINA | 18.03.2011
    “El debate atómico debe continuar”

    ¿A dónde con los residuos nucleares?
    La prensa comenta los diversos aspectos del debate acerca de la seguridad de la energía atómica y llama a Europa y a los medios a mantener la calma ante los sucesos en Japón y a buscar soluciones y alternativas.

    The Independent, de Londres: “Si queremos poner freno al calentamiento global, tenemos que acabar con nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Y los conflictos en el Cercano Oriente demuestran lo arriesgado que es importar energía de países inestables, gobernados por regímenes antidemocráticos. La energía atómica parecía indicar el camino hacia el progreso, pero la catástrofe de Japón muestra que, en ese camino, acechan numerosos y graves peligros. Y no hay una respuesta satisfactoria al interrogante acerca de cómo eliminar los residuos radioactivos. Fukushima nos enseña que no hay una solución fácil para la crisis energética global. Y que debe continuarse con el debate sobre cómo mantener en marcha la maquinaria económica mundial de manera segura y moralmente aceptable.”

    “Tests de resistencia: sólo un placebo”

    Der Standard, de Viena: “La seguridad de la energía atómica depende totalmente de la calidad de los controles. (…) Se debe aclarar primero quién tiene permiso para controlar qué, y con qué criterio. Hasta ahora, los gobiernos sólo anunciaron que están dispuestos a colaborar ‘voluntariamente’. Por el momento, junto con ellos trabaja la industria atómica y los organismos nacionales, pero no hay científicos como consultores independientes y críticos, y tampoco ONGs. Es por eso que los exámenes de resistencia no son, por ahora, más que un placebo. Quien quiera más seguridad en las centrales nucleares deberá iniciar una reforma en la Unión Europea.”

    “Negociaciones sobre política energética”

    Neue Zürcher Zeitung, de Zúrich: “La magnitud de los efectos de la catástrofe de Fukushima en el hombre y el medioambiente no está del todo clara, y tampoco las consecuencias técnicas para las plantas atómicas actuales y, eventualmente, futuras en Suiza. Y surgen nuevas preguntas, como, por ejemplo, quién debe asumir la responsabilidad por metas de eficiencia aún no definidas, y quién carga con los costos. Es imaginable que, debido a este tipo de imponderables políticos y económicos, los riesgos de la energía atómica, hoy en el centro del debate, serán juzgados muy pronto de otro modo. La encendida polémica y los nuevos cálculos del Gobierno suizo, anunciados para 2012, completarán el panorama en cuanto a si es posible abandonar la energía nuclear. Si ésta deja de ser tema en las negociaciones de la política energética, el potencial de conflicto será aún mayor.”

    “No hay que alarmar más”

    El Mundo, de Madrid: “Estamos locos. Cuando más falta hace la serenidad, políticos y medios más nos empeñamos alarmar a los ciudadanos. El ¡comisario europeo de Energía!, un alemán preocupado por el futuro electoral de su partido, habla de Apocalipsis en Japón, de que casi todo está fuera de control y, después de sembrar el pánico, añade que ‘falta serenidad y visión para hacer frente a una situación de estas características’. (…) Por no hablar de algunos medios de comunicación en los que leemos: ‘Pánico nuclear’, ‘Apocalipsis ahora’, ‘Al borde de la hecatombe’, ‘Radioactividad sin control’. Titulares inscritos en grandes fotografías de la devastación… provocada por el tsunami del viernes y en ningún caso por la situación de la central de Fukushima. (…) Quizá haga falta un poco de cordura en estos momentos complicados. (…) La situación es demasiado complicada como para dedicarnos a alarmar más.”

    CP/dpa

    Editora: Luna Bolívar Manaut

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  4. Carrera contrarreloj en Japón para enfriar reactores de central nuclear
    Japón luchaba el jueves para tratar de enfriar los reactores de la central nuclear de Fukushima, pero el pesimismo aumentaba en todo el mundo, desencadenando una fuga masiva de extranjeros de Tokio.

    17/03/2011 08:00

    Tokio (AFP). El balance oficial del sismo y del tsunami era, seis días después de la catástrofe, de 5.178 muertos y 8.606 desaparecidos. Sin embargo, sólo en la ciudad de Ishinomaki, la cantidad de desaparecidos se elevaría a 10.000 personas, según un responsable local.

    El número de heridos es de 2.285, según este balance. Más de 88.000 viviendas y edificios fueron destruidos, total o parcialmente.

    Las autoridades niponas tenían que hacer frente también a la creciente impaciencia de unos 500.000 damnificados, ante la escasez de agua potable y de víveres a pesar de una movilización sin precedentes de unos 80.000 soldados, policías y socorristas en el devastado noreste.

    La mayor preocupación es la crisis nuclear, la más grave en el mundo desde la de Chernobyl, en 1986.

    Por primera vez, cuatro helicópteros del ejército japonés lanzaron el jueves de mañana varias toneladas de agua sobre los reactores más dañados, sobre todo el 3.

    Su objetivo era fundamentalmente llenar la piscina de combustible usado que fue dañada por una explosión e incendios.

    El operador Tokyo Electric Power (TEPCO) indicó que no podía determinar la cantidad de agua que entró en la piscina porque sus responsables no podían verla.

    Expertos extranjeros consideran que la piscina del reactor 4 está ahora casi seca, lo que podría provocar niveles «extremadamente elevados» de radiaciones, según el presidente de la Autoridad Estadounidense de Regulación Nuclear (NRC), Gregory Jaczko.

    La fusión de combustible podría provocar la emanación de partículas radiactivas provocando una catástrofe como la de Chernobyl, según expertos.

    Los empleados del operador de TEPCO, ayudados por bomberos y policías, querían tratar de alcanzar la piscina con la ayuda de un camión cisterna equipado con un cañón de agua. Pero, según la televisión pública NHK, no ha podido ser debido al nivel elevado de radiación.

    TEPCO espera restablecer «durante la tarde» la corriente eléctrica de la central nuclear de Fukushima, lo que «permitiría activar las bombas para enfriar los reactores y llenar las piscinas», según un portavoz.

    Los sistemas de refrigeración fallaron el viernes luego de un sismo de magnitud 9, el más fuerte que haya conocido Japón, seguido de un tsunami que devastó la costa del noreste del país.

    El presidente estadounidense Barack Obama propuso enviar más expertos nucleares a Japón, en una conversación telefónica con el primer ministro japonés, Naoto Kan. Francia también presentó una «oferta de cooperación masiva».

    El Instituto Francés de Radioprotección y Seguridad Nuclear (IRSN) afirmó el miércoles que las 48 horas siguientes serían cruciales.

    Ante la amenaza de un accidente nuclear de gran magnitud, numerosas embajadas recomendaron a sus ciudadanos que se alejasen de la zona y que se replegasen hacia el sur, en la región de Osaka, o que partieran de Japón.

    Gran Bretaña, Alemania, Suiza, Italia y Australia también aconsejaron a sus ciudadanos que partieran del norte y de la región de Tokio. Francia, Bélgica y Rusia enviarán aviones adicionales para evacuar a las personas que quieran partir de Japón.

    Por su parte, China pidió a las autoridades niponas informaciones «puntuales y precisas» para calmar a una opinión pública preocupada por la eventual llegada al país de emisiones radiactivas.

    La embajada norteamericana estableció la zona de riesgo en 80 km alrededor de la central nuclear.

    Las autoridades japonesas fijaron por ahora un perímetro de seguridad de 30 km y el gobierno afirmó que las radiaciones más allá de la zona de exclusión de 20 km «no plantean un peligro inmediato para la salud».

    Por precaución, 10.000 personas de la prefectura de Fukushima serán sometidas a tests de radiactividad en 26 centros.

    Mientras en el extranjero reina una inquietud rayana en el pánico, la población nipona, sobre todo en Tokio, se muestra sorprendentemente serena y disciplinada, en espera de nuevas instrucciones del gobierno.

    Los vientos probablemente continuarán siendo favorables el jueves, empujando hacia el Océano Pacífico los desechos radiactivos de la central nuclear.

    Un intenso frío y grandes nevadas degradaron aún más las condiciones de vida y de trabajo para los 500.000 damnificados del sismo y del tsunami y los 80.000 socorristas movilizados en el noreste.

    Por otra parte, un corte de energía eléctrica a gran escala podría afectar al este del país el jueves al anochecer si no se reduce el consumo, advirtió el ministro de Industria.

    En el extranjero se organizaron numerosas manifestaciones de solidaridad con Japón. Perú, un país que recibió una gran inmigración nipona, declaró «duelo nacional» el viernes 18 de marzo «en solidaridad con el Gobierno y el pueblo japonés».

    El yen alcanzó un nuevo récord desde la Segunda Guerra Mundial frente al dólar, y los inversores especulaban sobre una eventual repatriación masiva de fondos por las compañías de seguros japonesas.

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  5. FMI: Japón tiene los medios para recuperarse
    El Fondo Monetario Internacional destacó este jueves que Japón tiene los medios financieros para recuperarse del devastador sismo y tsunami que lo afectó.
    17/03/2011 12:28

    Washington (AFP). «La principal prioridad de los dirigentes políticos es responder a las necesidades humanitarias, a las necesidades de infraestructuras y a la reconstrucción, así como resolver el problema nuclear» actual, declaró a los periodistas Caroline Atkinson, directora de relaciones públicas del FMI.

    «La economía es sólida, la sociedad japonesa es rica y el gobierno dispone de todos los recursos financieros para hacer frente a esas necesidades», agregó la portavoz del Fondo.

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  6. Una advertencia al mundo
    Amy Goodman (DEMOCRACY NOW!)

    Al describir la devastación en una ciudad de Japón, un periodista escribió: «Parece como si una aplanadora gigante hubiera pasado por encima y arrasado con todo lo que allí existía. Escribo estos hechos…como una advertencia al mundo».

    El periodista era Wilfred Burchett, que escribía desde Hiroshima, Japón el 5 de septiembre de 1945. Burchett fue el primer periodista de Occidente en llegar a Hiroshima luego de que allí se lanzara la bomba atómica. Informó acerca de una extraña enfermedad que seguía matando a la gente, incluso un mes después de ese primer y letal uso de armas nucleares contra seres humanos. Sus palabras podrían perfectamente estar describiendo las escenas de aniquilación que acaban de tener lugar en el noreste de Japón. Debido al empeoramiento de la catástrofe en la central nuclear de Fukushima, su grave advertencia al mundo sigue estando hoy más que vigente.

    El desastre se profundiza en el complejo nuclear de Fukushima tras el mayor terremoto en la historia de Japón y el tsunami que lo sucedió, que dejó miles de muertos. Las explosiones en los rectores número 1 y número 3 liberaron radiación a un nivel tal que fue medida por un buque de la Armada estadounidense desde una distancia de 160 kilómetros, lo que obligó al buque a alejarse de la costa. Una tercera explosión sucedió en el reactor número 2, provocando que muchos especularan que el contenedor primario, donde se mantiene el uranio sometido a fisión nuclear y que es de vital importancia, se había dañado. Poco después se incendió el reactor número 4, a pesar de que no estaba funcionando cuando el terremoto azotó el país. Cada reactor también ha tenido que utilizar el combustible nuclear almacenado en su interior, y ese combustible puede provocar grandes incendios, liberando más radiación al aire. Todos los sistemas de enfriamiento fallaron, así como también los sistemas de seguridad adicionales, y una pequeña delegación de valientes trabajadores permanece en el lugar, a pesar de la peligrosa radiación, que podría ser letal, tratando de bombear agua del mar a las estructuras dañadas para enfriar el combustible radiactivo.

    El Presidente Barack Obama asumió la iniciativa de liderar un «renacimiento nuclear» y propuso nuevas garantías de préstamos federales por 36.000 millones de dólares para promover el interés de las empresas de energía en la construcción de nuevas plantas nucleares (lo que se suma a los 18.500 millones de dólares que habían sido aprobados durante el gobierno de George W. Bush). La primera empresa de energía que esperaba recibir esta dádiva pública fue Southern Company, por dos reactores anunciados para Georgia. La última vez que se autorizó y logró llevarse a cabo la construcción de una nueva planta de energía nuclear en Estados Unidos fue en 1973, cuando Obama estaba en séptimo grado en la Escuela Punahou en Honolulu. El desastre de Three Mile Island en 1979 y el de Chernobil en 1986 efectivamente clausuraron la posibilidad de avanzar en nuevos proyectos de energía nuclear con objetivos comerciales en Estados Unidos. Sin embargo, este país sigue siendo el mayor productor de energía nuclear comercial en el mundo. Las 104 plantas nucleares habilitadas son viejas, y se acercan al fin de su vida útil originalmente proyectada. Los propietarios de las plantas están solicitando al gobierno federal extender sus licencias para operar.

    La Comisión Reguladora Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) está a cargo de otorgar y controlar estas licencias. El 10 de marzo, la NRC emitió un comunicado de prensa “acerca de la renovación de la licencia operativa de la Planta de Energía Nuclear Vermont Yankee cerca de Brattleboro, Vermont, por veinte años más. Está previsto que el personal de la NRC pronto expida la licencia renovada”, decía el comunicado de prensa. Harvey Wasserman, de NukeFree.org, me dijo: «El reactor número 1 de Fukushima es idéntico al de la planta de Vermont Yankee, que ahora está a la espera de renovar su licencia y que el pueblo de Vermont pretende cerrar. Es importante tener en cuenta que este tipo de accidente, este tipo de desastre, podría haberle ocurrido a cuatro reactores en California, si el terremoto de 9.0 grados de la escala Richter hubiera azotado el Cañón del Diablo en San Luis Obispo o San Onofre entre Los Ángeles y San Diego. Podríamos perfectamente ser ahora testigos de la evacuación de Los Ángeles o San Diego, si este tipo de cosa hubiera sucedido en California. Y, por supuesto, Vermont tiene el mismo problema. Hay 23 reactores en Estados Unidos que son idénticos o casi idénticos al reactor 1 de Fukushima». La mayoría de los habitantes de Vermont, entre ellos el gobernador del estado, Peter Shumlin, apoya el cierre del reactor Vermont Yankee, diseñado y construido por General Electric.

    La crisis nuclear en Japón ha tenido repercusiones a nivel mundial. Hubo manifestaciones en toda Europa. Eva Joly, miembro del Parlamento europeo, dijo en una manifestación: «La idea de que esta energía es peligrosa pero podemos manejarla fue desechada hoy. Y sabemos cómo eliminar las plantas nucleares: necesitamos energía renovable, necesitamos molinos, necesitamos energía geotérmica y necesitamos energía solar». Suiza detuvo sus planes de renovar las licencias de sus reactores, y 10.000 manifestantes en Stuttgart exhortaron a la Canciller alemana Angela Merkel a que ordene el cierre inmediato de las siete plantas nucleares alemanas construidas antes de la década del 80. En Estados Unidos, el diputado demócrata de Massachusetts, Ed Markey, dijo «Lo que está sucediendo en Japón en este momento da indicios de que también en Estados Unidos podría ocurrir un grave accidente en una planta nuclear».

    La era nuclear se inició no muy lejos de Fukushima, cuando Estados Unidos se convirtió en la única nación en la historia de la humanidad en lanzar bombas atómicas en otro país, dos bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki y mataron a cientos de miles de civiles. El periodista Wilfred Burchett fue el primero en descrbirir la “plaga atómica”, como la llamó: “En estos hospitales encuentro gente que, cuando cayeron las bombas no sufrió ninguna lesión, pero que ahora están muriendo a causa de las secuelas. Su salud comenzó a deteriorarse sin motivo aparente”. Más de 65 años después de que se sentara en los escombros con su vapuleada máquina de escribir Hermes y escribiera su advertencia al mundo, ¿qué hemos aprendido?

    Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

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  7. Apuesta por Japón
    Jorge Gómez Barata
    (especial para ARGENPRESS.info)

    A escasas horas del terremoto y el tsunami y cuando apenas asomaba la catástrofe nuclear en Japón, algunos comentaristas especularon con pesimismo acerca de las consecuencias económicas de la tragedia. Los enterados se percataron del error. Por grande que sea, la desdicha no puede doblegar la voluntad del pueblo japonés y su capacidad para sobreponerse a la adversidad.

    La historia de Japón es una crónica de un pueblo que, en uno los territorios menos dotados de riquezas y más rudamente castigados por los cataclismos naturales, crearon una civilización, una cultura y un país que asombra al mundo por su laboriosidad, espíritu innovador, afán de prosperidad y sobre todo por su capacidad para sobreponerse a la pruebas que cada cierto tiempo ponen en tensión sus reservas morales.

    Japón que nunca fue colonia, creó su lengua, su religión y su noción de las leyes a partir de códigos propios y sobre todo adoptó sus propias políticas de desarrollo. Nunca copió de nadie y nadie ha podido imitar su modelo de desarrollo económico y social. Japón no es una excepción, es único.

    Constituido por un archipiélago de más de seis mil islas, con casi 30 000 kilómetros de costa en el “Círculo de fuego del Pacifico”, en Japón la tierra tiembla más de mil veces al año; cada cierto tiempo ocurren terremotos de gran magnitud que dan lugar a devastadores tsunamis, son frecuentes los tifones y cincuenta de sus doscientos volcanes están activos.

    Japón que sólo cultiva el 13 por ciento del suelo, produce más del 70 por ciento de los alimentos que consume. En sus granjas se crían 10 millones de cerdos y casi cinco millones de cabezas de ganado vacuno. Más del 60 por ciento de sus explotaciones agrícolas poseen alrededor de una hectárea, todas utilizan maquinaria moderna y emplean métodos de laboreo avanzado. Sus minúsculas fincas forman una de las agriculturas más productivas del mundo.

    Carente de petróleo, escaso de carbón y sin ningún río de consideración, Japón importa casi toda la energía que necesita su economía, tercera en el mundo por su tamaño y su población que disfruta de uno de los niveles de vida más altos del planeta. Más de la tercera parte de la electricidad proviene de los 53 reactores nucleares en explotación, lo que siempre planteó grandes riesgos ambientales que ahora se han hecho dramáticamente presentes.

    Hace menos de 150 años Japón realizó la más extraña de todas las transiciones del feudalismo al capitalismo: la Revolución Meiji (1868) que en lugar de suprimir a los monarcas absolutos como hicieron los europeos o instaurar la república como los norteamericanos e iberoamericanos, restableció en el trono al emperador Meiji Tenno que gobernó desde 1867 hasta 1912.

    En 1185 se entronizó el primer Shogun de Japón, iniciando la etapa feudal que se prolongó por casi setecientos años; periodo en el cual fue anulado el poder de los emperadores. El último shogun abdicó en 1588, estableciéndose la dinastía Tokugawa que se prolongó 250 años y que culminó con la revolución que reinstauró al emperador.

    En aquel proceso, el pueblo japonés y sus elites políticamente avanzadas expulsaron a los shogunes, entre otras cosas por no haber logrado resistir la presión ejercida por la flota norteamericana comandada por el comodoro Matthew Perry que en 1853, por razones ligadas a tempranos afanes hegemónicos, fue enviada por el presidente norteamericano Millard Fillmore para forzar la apertura de las fronteras niponas a occidente.

    Con el crecimiento económico, el desarrollo industrial y el incremento del poderío militar, las clases dominantes del Japón sucumbieron a las tentaciones del nacionalismo extremo y del imperialismo y empujaron al país al expansionismo y a la guerra. En 1889 el sistema político adoptó una estructura liberal, aunque se conservaron los poderes del emperador.

    En 1914 Japón se involucró en la Primera Guerra Mundial y en la década del treinta, en función de políticas anticomunistas, firmó tratados con Alemania e Italia. En 1937 los elementos militaristas se apoderaron del poder y en 1940 junto con Alemania e Italia integró el eje fascista: Roma-Berlín-Tokio.

    Cuando en 1941 el general Tojo accedió al gobierno el rumbo militarista se acentuó decisivamente. El 7 de diciembre de 1941 la armada japonesa atacó Pearl Harbor y comenzó la guerra con los Estados Unidos, cuyo trágico desenlace fueron los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, la capitulación y la ocupación por los aliados que asignaron la tarea a Estados Unidos.

    El hecho de que el pueblo japonés acatara la rendición y no ofreciera resistencia a la ocupación facilitó la reconstrucción del país, el retorno a la democracia y la reinserción en los ambientes internacionales, comenzando por el comercio.

    Convertido en aliado de Estados Unidos y de occidente, Japón tomó parte en la Guerra Fría. En 1951 firmó un tratado por el cual renunció a cualquier pretensión territorial sobre sus vecinos y antiguos adversarios, a la vez que concedió bases militares a Estado Unidos. En 1952 Japón volvió a ser un país soberano y en 1956 terminó con el estado de guerra con la Unión Soviética; ese mismo año fue admitido en la ONU.

    En 1964, hacía diez años que Hiroshima y Nagasaki eran ciudades habitadas y prosperas en las cuales la reconstrucción avanzaba rápidamente y Japón era la economía que más crecía en el mundo; en esas misma década superó a todas las naciones de Europa por el volumen de su producto nacional bruto, convirtiéndose en la segunda economía mundial, puesto del que recién fue desplazado por China.

    Al devastador terremoto y al poderoso tsunami que recién lo azotaron Japón suma hoy un desastre nuclear que puede derivar en una catástrofe, que sin embargo tampoco anulará su capacidad de resistencia y de supervivencia. En medio de las mayores tensiones y sufrimientos desde Hiroshima y Nagasaki, nadie ha visto pánico en Japón.

    No obstante la necesidad de revisar sus políticas energéticas y reforzar la protección contra los tsunamis, Japón cuenta con los elementos necesarios para una rápida y eficaz reconstrucción; sobre todo recursos financieros, tecnología, y sobre todo capital humano.

    No creo que la tragedia de Japón se pueda sumar como un factor más de la crisis económica mundial o que su economía y sus finanzas puedan colapsar; tal vez ocurra lo contrario y la reconstrucción de su potencial industrial y energético se convierta en un poderos estimulo.
    En cualquier caso, se puede apostar por Japón que en lugar de a un gigante vencido, recordará en breve al Ave Fénix. Viviremos para verlo. Allá nos vemos.

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  8. El esquiador suizo Didier Cuche dona premio a víctimas del sismo en Japón

    El suizo Didier Cuche donó para las víctimas del terremoto en Japón el premio logrado en la primera prueba del fin de semana final de la Copa del Mundo de esquí alpino. «Lamentablemente son sólo 8.500 francos suizos», dijo hoy Cuche, de 36 años, sobre el donativo de unos 9.000 dólares. El miércoles ganó el título en la disciplina de descenso gracias a un cuarto lugar. «En la televisión he visto imágenes de mujeres que buscan a sus familiares entre la ruinas. Eso debe ser lo peor en la vida. Estoy conmovido», dijo en la localidad suiza de Lenzerheide. Cuche, que debido a la cancelación de la carrera de hoy se aseguró el título en supergigante, pondrá el dinero a disposición de la estadounidense Julia Mancuso, que lanzó la iniciativa de ayuda a Japón y que donó la mitad de sus ganancias en Lenzerheide. DPA

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  9. Ponga una central nuclear en su vida

    Tras la catástrofe nuclear en Japón, gobiernos y países pronucleares han pisado el freno y comienzan, de repente, a lanzar discursos tranquilizadores a la ciudadanía. Apelan a la seguridad de sus centrales y a la revisión de sus políticas nucleares, aunque tras esa prudencia escondan intereses electorales.
    A pesar del peligro evidente, casi nadie plantea seriamente el cambio de modelo energético. Quince de los veintisiete países de la Unión Europea tienen centrales atómicas, con Francia y Reino Unido a la cabeza. Otros, como Austria, la consideran tan peligrosa que señalan en su constitución que son un país no nuclearizable. Otros países la importan y se benefician de ella pagando un alto precio.
    Los defensores de la energía nuclear siempre argumentan lo mismo: “las centrales son seguras”, aunque luego esos niveles de seguridad, como se está comprobando estos días en Japón, se vayan rebajando hasta llegar a niveles de máximo peligro. Ocurrió en Three Mile Island, en Chernóbil y ahora en Fukushima, donde hubo un momento en que se abandonó la central a su suerte por el inminente peligro que corrían sus técnicos, ni que decir del resto de la población, que huían del desastre como podían. Hay que tener en cuenta que Japón es una de las sociedades más organizadas y modernas del planeta.
    Para los defensores de este modelo no hay otra alternativa. Para ellos las energías renovables carecen de credibilidad. Despreciarlas forma parte del discurso, aunque es cierto que poco a poco lo van moderando, por lo menos de cara a la sociedad. Hablan de diversificación, aunque en la trastienda siguen apostando a caballo ganador e imponiendo el uso civil y beneficioso del uranio.
    Además, suelen subrayar la incapacidad de las energías verdes a la hora de hacer frente a las necesidades de las sociedades con gran capacidad de consumo. Ese es otro de los argumentos que usan los pronucleares para seguir construyendo centrales o alargando sus vidas. “Sin la energía atómica no podríamos mantener este nivel de crecimiento y de consumo”, argumentan para perpetuar el modelo.
    Tampoco se pueden olvidar los reproches que hacen a las subvenciones que algunos gobiernos dan a las energías renovables. Las nucleares tienen fuertes grupos de presión apoyadas por políticas neoliberales. No deja de ser un ejercicio de cinismo e irresponsabilidad. ¿Acaso la energía nuclear, a pesar de todas sus enemigos, no ha sido protegida y subvencionada durante años para estar donde está ahora?
    Hace unas semanas, el ex presidente del gobierno español, José María Aznar, sostenía que “las nucleares proveen de una energía limpia, que no emite CO2, de una energía barata, que no merma la competitividad de la industria cargándola con los sobrecostes de unas primas descontroladas, y de una energía que asegura el suministro de electricidad sin altibajos en su continuidad derivados de fenómenos atmosféricos”. Se podría traducir como: “Ponga una central nuclear en su vida”, pero el señor Aznar no hace ninguna consideración respecto a los peligros que entrañan sus residuos, y la dificultad que tienen las autoridades en controlar, cuando ocurren, los escapes radioactivos que se mueven al antojo de los vientos e infectan a ciudadanos a cientos de kilómetros al modo de una polinización venenosa. Una nube tóxica es difícil de atajar. ¿Acaso el hombre puede ponerle aduanas o redes al cielo?
    En los medios de comunicación se dice que hay que hacer caso a los expertos y no opinar y “hacer sangre” en este momento tan delicado para el pueblo nipón, pero la sociedad mundial está preocupada. Después de algunos años en los que han estado lavando la cara a las centrales nucleares, el fantasma radioactivo golpea de nuevo.
    Todavía no se sabe cómo va reaccionar la civilizada y estoica sociedad japonesa cuando salga del desastre. Es posible que sopesen nuevas alternativas de futuro en el plano energético y de desarrollo. Quizá este triste punto de inflexión sea un buen momento para que la sociedad tome las decisiones necesarias para crecer de forma sostenida, limpia y segura. Las futuras generaciones lo agradecerán.

    David García Martín
    Periodista
    ccs@solidarios.org.es

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  10. Una estupidez suicida

    Lo ocurrido en la central japonesa demuestra que la energía nuclear siempre es una imprevisible bomba de relojería. Japón, país con elevado nivel de seguridad y tecnológico, no es Ucrania ni Fukushima, Chernobil, pero ha ocurrido un grave accidente nuclear. Philip Grassman recuerda que “quien se apoya en la energía atómica ha de aceptar esos riesgos. Tan improbables como se quiera, pero nunca se pueden excluir. Hace 25 años un accidente nuclear en Chernobil afectó a cientos de miles de personas. Hoy el mundo se enfrenta a una situación similar, aunque la magnitud no sería comparable, porque el reactor de Fukushima está en una región mucho más poblada que la de Chernobil”. Sería mucho peor.
    ¿Occidente aprendió algo de Chernobil? Ahí está Europa apostando por la energía nuclear, prorrogando la actividad de viejas centrales nucleares. En Alemania, la presión ciudadana tras el accidente de Japón ha forzado a la canciller Merkel a ordenar desconectar los reactores más antiguos y paralizar la prórroga de vida nuclear decidida. Pero en España, el Gobierno no se apea de prorrogar la vida de viejas centrales nucleares y Francia, con decenas de reactores nucleares, quiere construir más.
    ¿Alguien puede garantizar que, con 437 reactores nucleares operativos en el mundo, no habrá nunca ningún accidente nuclear más? Y un accidente nuclear nunca es para echarlo a broma. Sin hablar de los residuos nucleares milenarios y de que, tal como asegura John Rowe, ejecutivo de Exelon, el mayor operador nuclear de Estados Unidos, “construir nuevos reactores ya no es rentable”.
    En cuanto al petróleo como fuente de energía, los acontecimientos de África del Norte, guerra de Libia incluida, apuntan, como asegura Michael T. Klare, que “está claro lo que sucederá. No hay ninguna otra región capaz de sustituir a Oriente Medio como principal exportador de petróleo. La economía del petróleo se contraerá y con ella la economía mundial. El reciente aumento del precio del petróleo sólo es un leve temblor que anuncia el terremoto petrolero que vendrá. El petróleo no desaparecerá, pero en próximas décadas no alcanzará volúmenes necesarios para satisfacer la demanda prevista y, más pronto que tarde, la escasez pasará a ser la característica dominante”.
    ¿Alguien recuerda las consecuencias de la crisis del petróleo de 1973? Inflación, inestabilidad económica, recesión… Pues fue de chiste comparado con lo que puede ocurrir si no se toman medidas. Lo que se avecina es menos petróleo disponible y más caro, más las consecuencias del accidente nuclear de Japón, medioambientales, de salud y, por supuesto, económicas.
    Hay que hacer cambios que eviten o frenen lo que se nos viene encima. Es urgente. Por supuesto, los de siempre, quienes conforman lo que Marx denomina clase dominante y algunos llamamos también minoría privilegiada, no se apean del burro, porque no renuncian siquiera a reducir un tanto sus obscenas ganancias.
    Ahora, como propone Stéphane Hessel, es buen momento para la rebelión civil no violenta que se enfrente a la dictadura financiera (camuflada tras el eufemismo de “mercados”). Y también para cuestionar un modelo energético y un modo de hacer que convierten la vida de la gente común en misión imposible. Y destruyen el planeta, aunque lentamente. Necesitamos energía, sí, pero no derrocharla como hacemos y menos aún una energía de fuentes contaminantes y devastadoras. Es buen momento para empezar a cambiar fuentes de energía, hábitos y conductas que nos llevan al desastre económico y ecológico.
    Hacer frente a la crisis energética que viene se suma a luchar contra la crisis múltiple existente. Con un cambio no sólo de hábitos y prácticas sino de orden de valores. Recuperar la ética colectiva y solidaria. Y apostar por la rebelión civil pacífica. Nosotros, la ciudadanía, los dueños del poder político y la soberanía.
    Como recuerda Hessel, “la primera década del siglo XXI ha sido un período de retroceso” de los muchos avances políticos y sociales logrados desde finales de la II Guerra Mundial. Pero también “nos encontramos en un umbral entre los horrores de esa primera década y las posibilidades de las siguientes”. Esa posibilidad de recuperar el terreno perdido depende de nosotros, ciudadanos y ciudadanas.

    Xavier Caño Tamayo
    Periodista y escritor

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  11. La próxima cumbre europea debatirá la cuestión nuclear

    Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) debatirán en la cumbre que celebran la semana que viene en Bruselas acerca de la crisis nuclear en Japón y de nuevas medidas de seguridad para las centrales y los reactores europeos, tras la decisión de someter a «pruebas de resistencia» a estas instalaciones.

    Según confirmó hoy el comisario de Energía del bloque comunitario, Gunter Oettinger, aunque el Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de marzo estaba en principio centrado en los problemas de deuda en la eurozona, se ha decidido incluir el tema atómico debido a la gravedad de la situación en la central nuclear nipona de Fukushima.

    «La política energética, la seguridad y las consecuencias de la catástrofe de Japón» ocuparán un lugar preferente en agenda de la cita, comentó el alemán. (dpa)

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  12. UNIÓN EUROPEA – Artículo publicado por Lunes 14 Marzo 2011 –
    Alemania y Suiza anuncian revisión nuclear

    La catástrofe de Japón y el temor a un desastre nuclear similar al ocurrido en Chernobyl hace 25 años, ha reavivado el debate en el mundo en torno a la energía nuclear. La Unión Europea ha convocado para este martes una reunión preventiva para evaluar las consecuencias del accidente de Fukushima y tomar nota de las lecciones aprendidas.

    Mientras la UE se prepara para revisar el martes en una reunión preventiva la situación de sus centrales nucleares tras las explosiones de Japón, Alemania y Suiza ya han dado un paso adelante anunciando una revisión de sus actuales políticas nucleares.

    Alemania contaba con un plan de abandono de esta fuente de energía aprobado en 2000 por el gobierno del entonces canciller Gerhard Schröder según el cual la última de las 17 plantas nucleares alemanas debería quedar desactivada en 2021. Sin embargo, el actual gobierno de centroderecha de Angela Merkel derogó ese acuerdo. Esta decisión fue muy criticada en su momento y ayer tras la explosión en Japón, diversas marchas en todo el país volvieron a cuestionar la política atómica gubernamental.

    A raíz de estas manifestaciones y la coyuntura electoral, Merkel ha prometido el lunes que revisará la seguridad de todas las centrales atómicas en el país y esta previsto que anuncie la suspensión de la medida que buscaba prolongar la vida de las centrales alemanas.
    En Suiza la ministra de Energía, Doris Leuthard, anunció que el Gobierno ha decidido suspender todos los procedimientos en curso para autorizar nuevas centrales nucleares, mientras se examina la seguridad de las ya existentes en el país

    Destaca entre los 27 la posición de Austria, país tradicionalmente contrario a la energía nuclear y especialmente crítico con las decisiones de países como Alemania y España de alargar la vida de las centrales. El ministro austríaco de Medio Ambiente, Nikolaus Berlakovich, ha pedido hoy que se lleven a cabo pruebas de resistencia de las centrales nucleares europeas para revisar los niveles de seguridad.

    Reunión preventiva

    Según la portavoz Europea de Energía, Marlene Holzner, asistirán a la reunión de este martes los directores de las plantas nucleares europeas, las compañías que las gestionan, las autoridades nacionales en materia de seguridad y expertos de los veintisiete.

    En Europa, 15 de los 27 socios cuentan con centrales atómicas. Holzner reconoció que la legislación europea tiene carencias, puesto que existen directivas que recogen ciertos principios en materia nuclear pero donde no se detallan controles.

    Por ejemplo, en países como Francia, el que más energía nuclear genera de la UE, con 58 centrales, las licencias de explotación de las plantas se conceden cada diez años lo que permite exigir que estén al día en materia tecnológica, mientras que en otros como Alemania se conceden para un periodo más largo.Después de Francia es Reino Unido la segunda potencia nuclear comunitaria y ambos países tienen ambiciosos planes de expansión.

    Tras una reunión este domingo el primer Ministro francés François Fillon, la ministra de Ecología Nathalie Kosciusko-Morizet, y el ministro de Industria Eric Besson dijeron que este país sacará sus enseñanzas de los trágicos hechos ocurridos en Japón. Al mismo tiempo, decenas de franceses protestaron en las calles reclamando el abandono de esta energía.

    También tratarán de la situación en Fukushima hoy en París los ministros de Exteriores del G-8, donde el francés Alain Juppé ofrecerá a Tokio la experiencia de su país en seguridad nuclear.

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  13. JAPÓN – Artículo publicado por Martes 15 Marzo 2011 –
    Se agrava la crisis nuclear

    Un incendio y una explosión fueron registrados este martes en la central de Fukushima 1. El Gobierno admite “riesgos para la salud humana” a causa del aumento de la radiación. El canciller francés asegura que el peligro nuclear es “extremadamente elevado” tras hablar con su par japonés. La Bolsa de Japón se derrumbó y arrastra las plazas europeas.

    La crisis nuclear desatada tras el sismo y el tsunami del viernes en Japón volvió a agravarse este martes a las 6 de la mañana (hora local) con una explosión en el reactor número 2 y el incendio en el número 4 de la central atómica de Fukushima, situada a 240 kilómetros al norte de Tokio. El Gobierno admitió que “puede haberse producido una fuga de materiales radiactivos que pueden afectar la salud humana”.

    Dos horas antes del nuevo accidente, el primer ministro, Naoto Kan, declaró ante la televisión nipona que “el nivel de radioactividad ha aumentado considerablemente” en Fukushima 1. En el mismo sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, dijo este martes que el peligro nuclear es “extremadamente elevado”, tras entrevistarse con su par japonés en la noche del lunes en París.

    El primer ministro nipón pidió a quienes viven en un radio de 30 kilómetros de la central a permanecer encerrados en sus casas o en sus lugares de trabajo, mientras que quienes están a menos de 20 kilómetros de la central ya fueron o serán evacuados cuanto antes.

    En la planta permanecen sólo 50 operarios que intentan refrigerar las piscinas de los reactores nucleares.

    La central Fukushima 1 presenta un nivel de radiactividad en torno a los reactores de 30 a 400 millisieverts. Las observaciones médicas comprueban un aumento de casos de cáncer a partir de dosis de 100 millisieverts.

    Tokio también ha registrado un aumento del nivel de la radioactividad. Aunque la situación no supone aún un peligro para la salud, se teme que el viento desplace las partículas nocivas hasta la capital japonesa. (Vea las imágenes en vivo de un contador Geiger en Tokio).

    Las bolsas europeas, arrastradas por el desplome asiático

    En el plano financiero, las bolsas europeas registraban este martes por la mañana una fuerte caída. Fráncfort perdía casi 5%, mientras Londres, París y Milán retrocedían más de 3% en, debido a temores sobre una grave crisis financiera y nuclear en Japón.

    Poco antes, la Bolsa de Tokio se había desplomado, con el índice Nikkei en baja de 10,55% al cierre, tras una sesión marcada por el pánico de los inversores por la crisis nuclear que sufre Japón.

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  14. La actualidad internacional en la prensa europea del 15 de marzo de 2011
    Por Constanza Fuentes
    La crisis nuclear tras la catástrofe que vive Japón, es el tema que ronda en los espíritus del viejo continente tras la explosión de un cuarto reactor nuclear.

    Los medios hablan de la peor tragedia ocurrida tras la de Chernobyl. Así lo menciona, el periódico español El País, que dedica un editorial titulado «Alarma nuclear»al subrayar que «La inquietud se debe más que a los efectos nocivos sobre la población, menores hasta este momento, sobre todo a la potencialidad de graves emisiones radioactivas al medio ambiente y a las consecuencias en el debate mundial del papel que juega la energía nuclear». El primer impacto sobre esto se produjo en Alemania, donde «la canciller Angela Merkel decidió suspender la prolongación de sus 17 centrales, mientras se revisan los estándares de seguridad de las plantas».

    Sobre el mismo tema, el editorial del diario francés Le Figaro escribe que «es demasiado temprano para hacer previsiones precisas, pero asegura que sin duda, la tercera economía mundial se verá gravemente afectada, al menos por un tiempo». Al titular «Dejar lo nuclear, una idea irrealista», el diario conservador agrega que el reclamo, que ya se propaga por toda Europa, de terminar con las centrales nucleares impone la reflexión de vías alternativas para reemplazar la producción de electricidad. «En Francia, por ejemplo, el país más nuclearizado del mundo, donde el 75% de su electricidad es producida por reactores, el debate se anuncia difícil de resolver», anota Le Figaro y agrega : «Se necesitarían más de 11.000 antenas eólicas en la costa para reemplazar la totalidad de centrales, y aún así no se cubriría el gasto total de electricidad utilizado por el país».
    El citado matutino francés estudia además, otras posibilidades concluyendo que «la energía producida por el sol presentaría el mismo inconveniente que el viento: es intermitente por naturaleza». Y agrega «razón por la que la energía nuclear seguiría siendo la menos cara. Claro que el costo es, de todas formas, objeto de debate en el desmantelamiento y gestión de desechos radiactivos» concluye Le Figaro.

    Por su parte, el francés Libération titula «Sin tabú» y escribe que la urgencia frente a esta crisis nuclear es la transparencia. «Nadie ha olvidado», dice el periódico de izquierda, «ni a los expertos mentirosos que explicaron tras Chernobyl que la nube radioactiva no había afectado a Francia ni la manipulación de la opinión pública».(…) «El miedo sigue intacto y no hay que subestimarlo, es urgente una respuesta política y debatir sin tabú sobre el peligro de nuestras instalaciones » escribe Libération.

    Finalmente, Les Echos centra el tema en la responsabilidad que tendrán que asumir las empresas Areva y General Electric en esta catástrofe. «Incluso si ellos no son directamente responsables tendrán que reconocer su error colectivo y sacar conclusiones», anota el diario económico. «El riesgo cero no existe y en esta industria donde un incidente puede tener consecuencias dramáticas, los responsables deben prever lo peor y establecer las medidas necesarias para ello».Y agrega: «Este accidente demuestra, lamentablemente, que incluso en un país rico y eficiente, un desastre natural puede desencadenar una tragedia irremediable».

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  15. La tragedia del Japón convoca a la solidaridaddel pueblo paraguayo

    La inmensa tragedia que acaba de sufrir el Japón, país paradigmático por su ejemplar desarrollo y cooperación internacional, nos convoca a una efectiva solidaridad. Y no solo por la hecatombe que implicaron el más pavoroso terremoto de su historia y el devastador tsunami, sino por los especiales vínculos que nos unen. Por sus emigrantes que eligieron nuestra tierra y la valiosa colaboración que nos brinda. De todas maneras, tenemos la certeza de que el Japón se levantará más fuerte de este desastre, como tantas veces ha venido haciendo, gloriosamente.

    El gran país amigo del Paraguay en Asia, el Japón, paradigma de la historia universal y del mundo contemporáneo, nos estremeció, como a todo el Orbe, por la inmensa tragedia que acaba de sufrir.

    El más pavoroso terremoto y el devastador tsunami que arrasaron partes de su territorio, tienen la dimensión de una verdadera hecatombe que conmueve de dolor y destrucción a esa nación fraterna.

    Al tiempo que las aterradoras imágenes de ese inesperado desastre recorría el mundo, surgían en nuestro pueblo una compartida angustia y el más profundo sentimiento de solidaridad con todos los japoneses y con los ciudadanos de diversas naciones acogidos por esa admirable metrópoli.

    Están también allí más de un centenar de paraguayos y compatriotas descen- dientes de japoneses cuyas situaciones nos preocupan. Estos últimos -cuyos antecesores vinieron en la bélica década del 40 a poblar nuestras tierras, hoy unas de las más prósperas- son los vínculos de sangre que nos abrazan con el Japón. Y son el orgullo que nos enaltece, mirando hacia delante.

    En esa bisagra, pero sobre todo ante el asombroso «milagro japonés», genial obra de la calidad de su gente, de su creatividad y sabiduría, de su laboriosidad e innovación, confiamos en su rápida apertura para suturar las heridas ahora experimentadas y continuar la senda de su ejemplar progreso.

    Es que existen razones históricas para confiar en que el Japón se erguirá aún más alto después de esta hecatombe. Y no nos referimos solamente a los gra- vísimos desastres naturales que le han azotado, sino a las reiteradas supera- ciones y, en especial, al resurgimiento extraordinario tras los bombardeos nu- cleares que incendiaron Hiroshima y Nagasaki. Es el país que tiene en su propio pasado los portentosos frisos de heroísmo y de la epopeya de civilización que empujan a las generaciones presentes y futuras a seguir en la vanguardia de las culturas. Tal como hoy en la hipermodernidad.

    No obstante el carácter autosuficiente de los japoneses, el desastre que ha cos- tado muchas vidas, destrucciones materiales y en infraestructura, y millonarias pérdidas, ha suscitado de inmediato la asistencia y cooperación de varias nacio- nes. Es la política internacional que se espera de la mundialización integrada. Y la que asimismo acuda con generosidad a acompañar los esfuerzos locales de los países de menor desarrollo golpeados por fenómenos similares. Incluso para detener el irracional derroche en armamentismo e invertir en la emancipación global del hambre y la miseria.

    Siempre habrá alguna manera en que el Paraguay se sume a colaborar con las reconstrucciones necesarias del Japón. A esa magna tarea nos convocan tantas y valiosas cooperaciones que nos viene brindando ese modélico país.

    Y nuestra presencia todavía es más inexcusable por los inmigrantes japoneses que sobresalen en nuestra geografía. Los acontecimientos son un guiño de la historia para soldar más fuerte los lazos de amistad. Esta es la oportunidad para responder al signo de su llamada. Y así juntos abreviar el desafiante camino del siglo XXI.

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  16. Siniestrados de Sendai perdieron todo, menos la calma

    Los siniestrados de Sendai perdieron en su mayoría sus hogares y muchos a sus familiares, pero mantienen un sentido de la disciplina y del civismo ejemplares en espera de víveres y agua, que escasean terriblemente desde el terremoto que arrasó la región el viernes.

    Sendai . Con una garrafa en las manos, una decena de personas espera haciendo cola pacientemente para obtener unos litros de combustible. No hay una palabra más alta que otra. La atmósfera es extrañamente calma y ordenada en este barrio de Sendai, la gran ciudad del nordeste de Japón devastada por el tsunami que siguió al terremoto.

    La oleada gigante destrozó la zona cercana al mar. El techo de una casa puede verse tirado en medio del lodo. Un poco más allá, cinco automóviles están encastrados unos con otros.

    Imagen incongruente, una heladera y un diván aparecen instalados en medio de una montaña de escombros.

    En este barrio «algunas personas perdieron a toda su familia, no tienen más nada», atestigua Miki Otomo, profesora de inglés de Sandai.

    Su casa fue destruida y Miki vive desde hace tres días, junto con unos mil supervivientes, en su escuela, que antes de la catástrofe había sido designada por la municipalidad como centro de albergue.

    La primera noche, sólo tenían unas galletas para compartir entre todos, relató.

    Después, el sentido de la organización y la solidaridad que caracteriza a la sociedad japonesa permitió mejorar las condiciones de vida de los supervivientes, pese al corte de los servicios de agua y de electricidad. Una bomba de agua y sanitarios portátiles fueron instalados por voluntarios en el estacionamiento de la escuela.

    En el gimnasio, un centenar de personas duermen en futones con mantas donadas por particulares.

    «La situación sigue siendo difícil, pero hacemos lo máximo posible para ayudar a las víctimas», declara el alcalde de Sendai, Emiko Okuyama.

    La ayuda a los supervivientes es ahora la prioridad, porque «casi se ha desvanecido la esperanza de encontrar otras personas vivas», dice.

    En uniforme naranja, equipos de socorristas registran el barrio devastado, donde soldados empezaron a despejar los escombros.

    El primer ministro Naoto Kan movilizó a 100.000 militares, es decir aproximadamente el 40% del ejército japonés, para participar en las operaciones de socorro. Muchos países extranjeros enviaron también equipos de socorristas.

    Uno de los supervivientes de Sendai, Yoichi Aizawa, de 84 años de edad, volvió brevemente a su casa para tratar de recuperar algunos bienes, sin saber el estado en que estaba. «Cuando la tierra tembló, la casa no sufrió daños, pero después llegó la oleada… Fue espantoso», dice.

    En un albergue de la ciudad vecina de Natori están alojadas siete jóvenes extranjeras que fueron sorprendidas por la catástrofe cuando viajaban en tren. «Tenemos pocos contactos con el mundo exterior, pero nos dan de comer y hemos podidos lavarnos», cuenta Alice Caffyn, británica de 21 años, que agrega que no sabe cuándo el grupo podrá volver a Tokio.

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  17. Japón, el país del sol paciente
    Este es el vídeo más impresionante que he visto hasta ahora sobre la tragedia de Japón, porque refleja a pie de calle la entrada del tsunami. Impacta verlo y oírlo y llama la atención la paciencia y el absoluto silencio del cámara aficionado que lo graba. Es una prueba más de que Japón es el país del sol paciente. Son 6 minutos y 22 segundos de naturaleza voraz y caos absoluto

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